viernes, abril 30, 2010

Probabilidades

¿Cuál será la probabilidad de acertar a la primera vez la clave de acceso al portal de un banco de un número de identidad inventado? ¿Y si a la combinatoria anterior, le agregamos la complejidad de apuntarle a otros 50 números distintos en un orden predeterminado? El resultado seguramente es muy cercano a cero, y quizás mucho menor a la probabilidad que se haya formado la vida en la tierra.
Pero esas son las maravillas de las matemáticas y del azar, y eso es lo que me pasó en el día de hoy y que les relato a continuación.
Como todos los días, a primera hora en la mañana reviso mis cuentas de correo electrónico, con la secreta esperanza de encontrarme alguna novedad, algo interesante o que merezca la atención. La realidad, es que durante la noche llegan puras "ofertas", entre pastillas azules, saca jugos multipropósito que pican papas y descorchan botellas, defensas judiciales para los endeudados, oportunidades varias, o cursos de capacitación de dudosa reputación. En definitiva, durante la noche nuestros buzones se llenan de basura o Spam.
Sin embargo, después de una rápida revisión, uno de ellos me llamó la atención. Era del banco e indicaba "Su tarjeta SuperClave fue deshabilitada". Mis pulsaciones aumentaron y el proceso de despertado matinal se aceleró mientras se desplegaba el mensaje.


Di una rápida mirada al texto y mis latidos volvieron a la normalidad. Era un burdo mensaje fraudulento o phishing. Curioso como soy, activé el hipervínculo y apareció una similar a la del banco en el explorador, pero con una dirección "distinta".



Ingresé como número de identificación ficticio, el 99.999.999-9 y como clave inventada el 1234. Sorpresa. Por esas cosas del azar, había descubierto la combinación exacta, autentificándome sin problemas. Me gustaría poder conversar con algún matemático que me dijera cual es la probabilidad de lograr esto al primer intento. Realmente, estoy impactado.
Validado por obra y gracia de los estafadores, apareció una pantalla donde se pedía copiar cada uno de los numeritos de la tarjeta de seguridad. Ingresé al azar cada uno de ellos en los casilleros.
Cuando la página me indicó que había realizado con éxito la transacción, simplemente no lo podía creer. Además de acertar el identificador y clave, había descubierto la combinatoria de los 50 números de la tarjeta. Creo que esto es para los records Guinness.



Tengo claro, que a pesar de todas las campañas de publicidad destinada a no entregar las cuentas, claves, números, etc., siempre habrá buenas personas que caerán en las manos de estos inescrupulosos. Espero pueda aportar algo para que estos delincuentes no consigan del todo sus objetivos.

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