lunes, marzo 29, 2010

Hasta en las mejores familias

Escribo este post sin ninguna imagen. Lo anterior, dado que desde hace algunas horas, las imágenes que acompañaban los blogs de blogger dejaron de verse.

En este caso, las imágenes son administradas a través de picasa, y es ahí en donde aparentemente está radicado el problema. Al parecer el 98% de los vínculos de picasa web se encuentra con este problema.

La causa todavía no se sabe. La versión oficial se encuentra en

http://blogger-status.blogspot.com/2010/03/our-image-backend-is-experiencing.html, donde se expone

Blogger Status

Monday, March 29, 2010

Our image backend is experiencing problems which may affect the display and/or uploading of photos. We are working to resolve this and will update this post when we have more information.

More info can be found here in the
Picasa Help Forum.

Posted by at 09:49 PDT

Esta situación es muy similar a los ataques a miles de sitios WEB ocurrido 9 meses atrás. En dicha ocasión, eran interferidos los vínculos de las imágenes de los sitios WEB. El resultado, dejaban de verse las imágenes.

En esa ocasión, y como una forma de completar el cuadro, Google se encargaba de etiquetar a los sitios que habían sufrido este tipo de ataques, con el título:

"Este sitio puede dañar tu equipo"

No me queda claro, de comprobarse algún ataque, que Google etiquete al sitio http://picasaweb.google.com con el apodo anterior.


 


 

martes, marzo 16, 2010

Sólo le pido a Dios

A finales del año 1978 Chile y Argentina, países con raíces e historia común estuvieron a horas de un enfrentamiento fratricida. De aquella época es la canción "Sólo le pido a Dios", súplica por la paz y la hermandad de ambos pueblos.

Han pasado casi 32 años de esta canción, y al otro lado de los Andes, en Buenos Aires se organizó el concierto "Argentina abraza a Chile" en solidaridad de las víctimas del terremoto de febrero de 2010.





Fueron más de 100.000 personas que concurrieron al llamado de la "red solidaria por las víctimas del sismo" para ver a Gustavo Cerati, Andrés Calamaro, Gustavo Santaolalla, Los Fabulosos Cadillacs, entre otros. También estuvo presente León Gieco, autor de la famosa canción del 78.

Como conductor del concierto se encontraba Ricardo Darin, el actor argentino de la película "el secreto de tus ojos", ganadora del Oscar a la mejor película extranjera 2010, y cuyo director, Juan José Campanella, al recibir el galardón, envió un emocionado "abrazo a los hermanos de Chile".

Este evento solidario nos demuestra que no estamos solos ante la inmensidad de la catástrofe que se dejó caer sobre la zona central de Chile. Este apoyo nos fortalece el espíritu, reconforta el alma y nos despierta de la pesadilla que tuvimos. Nos hace comprender la necesidad de vivir en armonía, dejar en el pasado viejas rivalidades chauvinistas y hacer los esfuerzos por tratar de avanzar en un destino común. Es en estos momentos cuando debemos tener presente a Gieco y su canción.


Sólo le pido a Dios
que el dolor no me sea indiferente,
que la reseca muerte no me encuentre
vacío y solo sin haber hecho lo suficiente.

miércoles, marzo 10, 2010

Dejemos que las instituciones funcionen



Desde hace varios meses he estado recibiendo insistentes llamadas a mi teléfono celular. Inicialmente llamaban y cortaban inmediatamente. Al responder a la llamada perdida, una voz metalizada indicaba que el número telefónico no existía. Para mi resultaba obvio que las llamadas eran enviadas a través de conversores de celulares o "celulink", probablemente para ofrecerme algún producto o servicio, por ser cliente "Premium", "Gold" o "Platinium" de alguna institución.



A medida que transcurrían los meses, los llamados eran cada vez más frecuentes, llegando a recibir hasta tres llamadas diarias. Siempre era lo mismo, la llamada, contestar y posteriormente comprobar que la comunicación se había cortado.



Finalmente, después de varias decenas de llamadas nonatas, por fin escuchaba una voz humana al otro lado del auricular. Era la oportunidad de satisfacer mi curiosidad incrementada por el pasar de los meses y conocer la identidad del personaje desconocido que llamaba y cortaba sistemáticamente a mi teléfono móvil, no respetando horarios o días de la semana.



La voz preguntó por un señor cuyo nombre era completamente desconocido para mí hasta ese momento. La respuesta inmediata fue "equivocado" y mi descortés interlocutor, sin decir agua va, colgó inmediatamente la llamada. Nuevamente quedaba en penumbras.



Los ring tones aumentaban, a pesar de indicarles a los que consideraba en esos momentos "mis enemigos" que estaban equivocados, que mejoraran sus datos y que no siguieran llamando. Nada, la situación no cambió y continuaron las insistentes llamadas.



En algún momento de lucidez cambié la estrategia y pregunte ¿De parte de quien? La respuesta era obvia. Se trataba de una empresa de cobranza que trabaja para compañía de retail en Chile. Con dicha institución no tengo vínculo, y por algún motivo tenían asociado mi número telefónico privado con los datos del supuesto deudor. Justamente es ahí donde empezó el calvario meses atrás, Esos "horrores" que se cometen a diario en nombre de las tecnologías y los procesos, pero que en realidad son productos de personas sin las adecuadas competencias, me despiertan temprano los fines de semana, interrumpen mi descanso y vida familiar e importunan mi trabajo diario.



Como las llamadas persisten y ha sido imposible solucionar "mi problema" que causaron otros, recurrí a la estrategia del ex Presidente Lagos y estampé una queja en la página web del Servicio Nacional del Consumidor.



Espero sinceramente que en este país las Instituciones que controlan funcionen, o empiecen a funcionar y ojalá el 97430206 deje algún día de molestar.

miércoles, marzo 03, 2010

¿Qué me ha dado Chile?



Una vez más toda la fuerza de la naturaleza nos ha entregado una lección de humildad y nos ha demostrado lo pequeños que somos frente a la inmensidad de su poder.


Hemos podido comprobar que no estábamos realmente preparados para una situación de emergencia. A pesar de los planes definidos, operaciones de contingencia o simulacros efectuados, muchos de los cuales no pasan de ser un relleno a la hora de las noticias y publicidad para la autoridad de turno, la realidad no es comparable con la ficción.


Observamos como nuestro sistema de comunicaciones colapsó, quedando el país completamente aislado durante varios días. Conocimos casos de sistemas de emergencia que operaban sus comunicaciones sobre la base de telefonía celular, dejando de lado los antiguos sistema de radio. Asimismo, se comprobó el poco uso la banda ciudadana y sus operadores, los radioaficionados. Hoy en día, seguramente el apellido Sazie es desconocido para la gran mayoria, y para algunos pocos ingenieros, no pasa de ser una calle en las cercanías de la calle Beauchef en la comuna de Santiago o un salón de honor en la casa central de la Universidad de Chile.


Tambien hemos conocido en su real dimensión, el comportamiento de muchos individuos de nuestra sociedad cuando se entra en una irracional desesperación. Vimos como el lumpen organizado salió a la calle a saquear aprovechando el descontrol existente. Muchas personas han entrado en desesperación, acumulando víveres y combustible. Otros personajes sin escrúpulos han comenzado a lucrar vendiendo o revendiendo artículos de consumo básico como es el pan o el agua a dos o tres veces su valor, y no pocos han debido defender por la fuerza aquellos efectos personales que lograron salvar del sismo.


Sin embargo, a pesar de la tardanza de la autoridad, la violencia delictual, la falta de conciencia de algunos que pretenden lucrar con la desgracia ajena, también hemos observado la otra cara de la moneda, aquellos que han salvado vidas arriesgando las suyas, aquellos que han protegido y dado de comer a quienes lo perdieron todo, hemos visto el funcionamiento de las redes de colaboración y voluntariado que están trabajando después de sus labores para clasificar y enviar ayuda a las zonas más afectadas, hemos conocido el trabajo de los universitarios, las organizaciones sociales y eclesiásticas, los donantes de sangre, y muchos otros que sería largo de enumerar.


Es nuestro deber reconocer a aquellos héroes anónimos que aparecen en esos momentos cuando más se necesita. A aquellas personas que nos demuestran con su actitud porque estamos acá, aquellos que ayudan sin pedir nada a cambio, conformándose con la satisfacción de haber hecho lo correcto, esos que trabajan y se esfuerzan independientemente de sus desgracias personales. A cada uno de ellos deben ir dirigidos nuestros agradecimientos. Estas son las personas que se necesitan y serán ellas las que comenzarán a reconstruir el nuevo país del bicentenario.


El tiempo de las lamentaciones está terminado, los análisis posteriores y sus conclusiones serán necesarios, pero ahora llegó el momento de levantarse y comenzar a trabajar por nuestro país. Hoy día debemos cambiar la pregunta inicial por;


"¿Qué estoy haciendo yo por Chile?"

Para mas información, consultar http://chileayuda.com