jueves, enero 28, 2010

Requiescat in pace

Cuando vi por primera vez un lector de libros digitales, pensé inmediatamente que estaba incompleto. Tener este aparato básicamente para la lectura, desaprovechando su pantalla, conectividad, y demás capacidades no tenía sentido. Bastaba con incorporar un sistema operativo y elementos de conectividad para transformarlo en algo poderoso que pudiera cambiar nuestra forma de trabajar.

El pensamiento anterior comenzó a hacerse realidad el día de ayer, con el lanzamiento de la nueva creación de Apple, el IPAD. Lo podemos imaginar como un IPhone más grande, es decir una pantalla sensible al tacto de 9.7" que permite navegar en internet, acceder al correos, bajar libros de la tienda virtual IBooks y leerlos en forma similar al Kindle o el ereader de Sony, acceder a videos, fotografías y televisión. Esta pequeña maravilla de aproximadamente 700 grs, y con memoria flash de 16, 32 o 64 Gb, en versiones WIFI y 3G, estará disponible entre marzo y abril próximo.


Sin embargo, a pesar que será una fuerte competencia para lectores digitales de libros, tiene algunas carencias que son imperdonables para una empresa como Apple. La primera de ellas es su sistema operativo (IPhone OS). Este sistema operativo no es multitarea lo que es una limitante importante a la hora de tratar de ocupar el IPAD como una herramienta de trabajo.

Otra de las limitaciones es que no cuenta con un puerto USB, elemento básico para conectar el dispositivo con otros periféricos cuando no se tienen dispositivos inalámbricos. Tampoco trae ranura para tarjetas de memoria, por lo cual hay que conformarse con la memoria que viene con el equipo. Su pantalla tiene las características y resolución para ver videos en HD, pero no permite aprovechar las pantallas de los televisores de alta definición, dado que no tiene opción de conexión HDMI.

Aun cuando se esperaba que el IPAD viniera con cámara web y teléfono incorporado, lo cierto es que ninguna de las dos características anteriores se encuentra en la versión de marzo o abril próximo. Todo esto limita fuertemente la comunicación.

En la actualidad, bajo las características presentadas, se podría decir que el IPAD es un centro de entretención, pero no una herramienta de trabajo. Ojalá en las nuevas versiones se corrijan estos inconvenientes. Lo que si me queda claro, que con todas las limitaciones actuales, el IPAD desplazará rápidamente a los ereader.

jueves, enero 07, 2010

Tecnología y Evolución

Nuestro cerebro establece conexiones neuronales durante los primeros años de vida sobre todo en base a estimulación temprana. Probablemente un niño bien estimulado tendrá ventajas sobre el resto, independientemente si nació hace 40.000 años en Crog-Manon en el sector de Les Eyzies, hace 12000 años en las cuevas ibéricas de Altamira, en Monteverde en el sur de Chile, o si llegó al mundo hace algunas horas en una clínica privada del primer mundo. Lo anterior, dado que como especie no hemos evolucionado durante los últimos 40.000 años y solamente hemos sufrido adaptaciones producto de cambios en las sociedades.

Eso hasta ahora, dado las últimas investigaciones del Dr. Gary Small durante 2008 y publicadas en la The American Journal of Geriatric Psychiatry durante febrero del año 2009, bajo el titulo "Your Brain on Google: Patterns of Cerebral Activation during Internet Searching".

En dicha investigación, se configuraron dos grupos de estudio con personas mayores de 55 años, similares entre ellas desde el punto de vista educacional y cultural, pero con distintas experiencias en el uso de las tecnologías de la información, a los cuales se les estudió la actividad cerebral mientras buscaban informacion en Internet.

A través de imágenes obtenidas por resonancia magnética (MRI), se descubrió que el grupo compuesto por los "Net-Savvy", es decir aquellos conocedores de la red, activaba circuitos neuronales en zonas de memoria de corto plazo y razonamiento complejo, situación que no ocurrió con igual intensidad en el caso del otro grupo compuesto por los denominados "Net-Naive".

En definitiva, como indica Small, la tecnología no solo está cambiando nuestras vidas, sino que nuestros cerebros, y si esto es así y el nuevo conflicto generacional vendrá dado por la brecha cerebral, entre aquellos con pensamiento paralelo o multitarea y la generación inmediatamente anterior.

Quizás lejos quedaran las reflexiones de Sócrates, quien hace 2.500 años escribió:

"Nuestra juventud gusta del lujo y es mal educada, no hace caso a las autoridades y no tiene el menor respeto por los de mayor edad. Nuestros hijos hoy son unos verdaderos tiranos. Ellos no se ponen de pie cuando una persona anciana entra. Responden a sus padres y son simplemente malos."

O el poeta griego Hesiodo hace 2.800 años

"Ya no tengo ninguna esperanza en el futuro de nuestro país, si la juventud de hoy toma mañana el poder, porque esa juventud es insoportable, desenfrenada, simplemente horrible."

Pero no todo está perdido y podremos encontrar el equilibrio en nuestras vidas y reducir esta brecha aprovechando la tecnología y nuestras habilidades sociales. A lo mejor algunos seguiran creyendo por muchos años más que:

"Esta juventud esta malograda hasta el fondo del corazón. Los jóvenes son malhechores y ociosos. Ellos jamás serán como la juventud de antes. La juventud de hoy no será capaz de mantener nuestra cultura."

Cita escrita en un vaso de arcilla babilónico de más de 4.000 años de antigüedad.