viernes, agosto 21, 2009

George Bernard Shaw, los Boomers y la “migración digital”

Hace algunos días atrás, una persona conocida me comentó la siguiente anécdota:

En una entrevista de trabajo a un joven profesional recién egresado, le preguntaron sobre su dominio de herramientas de productividad personal, así como su disposición para el uso del correo electrónico como elemento de comunicación habitual.

El joven quedó dubitativo y algunos segundos después, respondió:

Si es necesario para el puesto, entonces no tendría
inconveniente.
Obviamente los entrevistadores se quedaron mirando sin entender y le solicitaron que ampliará su respuesta. El resultado les pareció sorprendente y los dejó algo incómodos.


Lo que pasa es que yo uso el correo electrónico para comunicarme con
personas mayores, como es el caso de mi padre.

Así como a los entrevistadores los sorprendió el comentario, en mi caso me llamó la atención y me dejo pensativo. Este es un claro ejemplo de la brecha que existe entre los “Boomers”, dominante actualmente, y la “Generación Y” o “Nativos digitales”, quienes tomarán el control cuando los primeros se retiren.

Efectivamente, los Y, herederos de internet, nacidos durante la década de 1980 y parte de los noventa, crecieron de la mano con la red y la telefonía celular. Están acostumbrados a la "inmediatez”, a estar permanentemente conectados a través del chat, el SMS o programas como Twitter.

Por edad, una de mis hijas se encuentra dentro de este segmento, y por lo tanto es “nativa digital”. Para esa generación es natural el uso de la tecnología, e incomprensible su inexistencia. Su mundo se mueve manipulando artefactos cada vez más pequeños y con mayores prestaciones.

Por otra parte, los padres de la “generación Y”, los Boomers, nacimos durante los 20 años posteriores al fin de la segunda guerra mundial, y fuimos marcados por una época de muchos cambios y apertura. En mi caso, durante 1969, siendo un niño, me asombré cuando presencié en directo en mi casa, el alunizaje del “Apolo 11”, y el primer paso selenita dado en la historia de la humanidad. Hoy me sigo asombrando de esa aventura/hazaña, a pesar de algunos incrédulos lo califican de fraude, con imágenes creadas por Stanley Kubrick. Así, compartimos muchas características que se resumen en el siguiente video.




Volviendo al tema central, a diferencia del concepto de inmediatez, el correo electrónico es una adaptación de su forma tradicional, donde se ha cambiado el medio de transporte. Los papiros egipcios, con sellos reales, transportados a caballo, se cambiaron por un teclado, una fibra óptica y un mecanismo de encriptación. Sin embargo, su esencia sigue siendo la misma, y su característica de entrega en diferido está aún vigente. No está dentro de la revolución de los “Y”, y debemos entender que la usan básicamente para interactuar con nosotros, los “Boomers”.

¿Dado lo anterior, es posible disminuir esta distancia digital?

Particularmente, llevo muchos años trabajando en este tema. Mi primera experiencia con un teclado fue hace 30 años, 25 con el mouse y el correo electrónico. La Internet la uso desde sus inicios, así como los celulares y smatphone, chat, SMS, Twitter, Skype o blog. A pesar de lo anterior, tengo muy claro mis limitaciones y tengo asumido que nunca lograré batir el record en los concursos de rapidez de envío de SMS, ya sea por motricidad fina y/o presbicia.

Por lo tanto, aun cuando no soy un nativo digital, por mi profesión, experiencia y trabajo, me podría autodenominar “inmigrante digital”. Si llegamos a asumir la existencia de esta brecha, podríamos disminuirla, y quizás acercarnos, entender y relacionarnos de mejor manera con las nuevas generaciones.

En particular, estoy convencido que cualquier persona de mi franja etaria, con la motivación adecuada y las ganas de conocer, explorar y aprender, puede transformarse y emular en versión moderna la novela de George Bernard Shaw, Pygmaleón.

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