martes, agosto 18, 2009

¿Estamos contactados?


En 1669 se publica en Inglaterra el trabajo denominado "Analysis per aequationes número terminorum infinitos" de Sir Isaac Newton. En paralelo, a miles de kilómetros de distancia, en Alemania, Gottfried Leibniz, también inventaba el cálculo infinitesimal. Han pasado 350 años de estos hechos, y en la actualidad a ambos se les considera los padres del cálculo.

Lo curioso del caso, es que ellos, sin ninguna comunicación, llegaron en la misma época por métodos distinto al mismo resultado. Afortunadamente, ambos pensadores pasaron a la posteridad por sus contribuciones a las ciencias y las matemáticas. Pero ha habido otros casos, en donde la oportunidad lanza al estrellato a uno y en el olvido a los otros, como ocurrió con la invención del teléfono, entre Alexander Graham Bell, Antonio Meucci y Elisha Gray.


En la actualidad, las situaciones anteriores habrían sido impensables, dada la inmediatez que nos entrega internet, la red de redes. Ella nos permite la investigación científica y colaboración virtual entre equipos especializados de universidades localizadas en distintos centros de estudios, y el desarrollo tecnológico con equipos multidisciplinarios repartidos en cualquier parte del mundo.


El potencial de todo esto es enorme, sobre todo respecto a un aumento de la productividad, incremento en el desarrollo científico y tecnológico, hasta abaratar y facilitar las comunicaciones, el trabajo offshore o la colaboración dentro de una oficina y sus sucursales.


La incorporación masiva de equipos móviles, junto a otros artilugios como los laptop y netbook, nos permiten interactuar en tiempo real por mensajes de texto, chat, teléfono, videoconferencia o espacios de colaboración, con cualquier parte del planeta y en muchos casos, absolutamente gratis. Dejo fuera al correo electrónico, dada su falta de inmediatez.


No tengo la certeza, pero intuyo que debe haber alguna correlación entre el nivel de acceso a internet y el grado de desarrollo de un país. Probablemente, los países de la OCDE tienen mejores comunicaciones, anchos de banda superiores y penetración de internet en los hogares que el resto de los países del orbe. En cuanto a la productividad, seguramente debe ocurrir algo similar.


Entrando de lleno a Chile, durante algunos años nuestro país lideró en latino América el acceso a la red. Sin embargo, el crecimiento histórico que tuvo ha ido disminuyendo. Este crecimiento menor, quizás se deba a que el principal consumidor de este servicio (grupo socio económico alto - ABC1) se haya comenzado a saturar, no habiendo un mercado sustituto dado los precios de este servicio en Chile. En la actualidad la penetración de Internet en los hogares chilenos es del 19%, muy por debajo del promedio de los países de la OCDE. De acuerdo a estudios del mismo organismo anterior, a igualdad de poder adquisitivo (PPA), Chile es uno de los países más caros del mundo por este concepto. Pero al parecer no todo es malo. Durante el segundo semestre del 2009 debería comenzar a operar el servicio WIMAX, tanto en las zonas rurales, como urbanas, aumentando de esta forma la cobertura geográfica, y se espera que exista una tendencia a la baja en cuanto a valores del servicio.


Por otra parte, en los últimos años hemos visto como ha ido bajando la productividad en Chile. La incidencia del PTF (Productividad Total de Factores) en las tasas de crecimiento del país ha disminuido en el último lustro. Si se quiere retomar la senda del crecimiento por sobre el promedio mundial, debemos atacar este punto, y probablemente aquellas variables que tienen mayor incidencia en la productividad (Capital humano, tecnología y conocimiento).


En este punto es donde debemos copiar recetas probadas y comenzar a mejorarlas. Es necesario incorporar las tecnologías de la información en todos los ámbitos, hay que masificar el acceso a internet y no permitir que decrezca. Lo anterior, ya sea alumbrando ciudades o espacios públicos. Se debe privilegiar el uso de estas herramientas en la educación y dejar de lado la tradicional tiza y pizarrón.


Ya estamos atrasados. Debemos urgentemente recuperar la brecha y preparar a las actuales generaciones en la era digital. Si no lo hacemos, no tendremos ninguna chance en el nuevo mundo que hace tiempo llegó.

No hay comentarios.: