lunes, junio 01, 2009

Cuentas

Desde hace mucho tiempo ocupo los servicios bancarios a través de la sucursal Internet de mi banco. Es de gran utilidad, sobre todo si uno no tiene el tiempo de concurrir personalmente a hacer trámites o pagar cuentas. De hecho, la única vez que he visto a mi ejecutiva, fue una vez que estaba renegociando las tasas de un crédito hipotecario y necesariamente tenía que firmar algunos documentos y llenar la famosa DPS (declaración personal de salud) para el asunto del seguro de desgravamen.

Con esta modernidad uno se va poniendo cada vez más exquisito y exigente con el servicio que entrega el banco y muchas veces nos olvidamos que todos estos artilugios están construidos por seres humanos y en algunas oportunidades fallan, sobre todo cuando es más urgente usarlo (parte de las leyes de Murphy).

Bueno, de hecho, a estas alturas llevo al menos una hora tratando de pagar dos cuentas a través del pago de cuentas del servicio Internet ofrecido por mi banco sin llegar a tener éxito. La primera de ellas, es una cuenta de la electricidad. Me da el monto a pagar, selecciono la cuenta, ingreso mi clave de seguridad y después de algunos segundos me envía un mensaje que existe un problema técnico que impide realizar la transacción, que revise mis movimientos en la cartola y que traté de realizar la operación más tarde. En definitiva, que me corten la luz por no pago.

El segundo intento es peor. Tengo la boleta en mis manos, ejecuto la operación y como resultado de la búsqueda, la pantalla me indica que no existe la deuda. Ósea, tengo una deuda no deuda. En la boleta me indica el monto, pero la transacción indica que no existe deuda. Para cerciorarme, ingresé a otro portal de pagos, y no hay caso, no parece la deuda registrada por ninguna parte. Si no logro solucionar esta operación, ya me estoy imaginando la fila en esta famosa empresa, que para colmo, solo tiene un centro de atención de clientes reales a la entrada de una concurrida avenida Santiaguina. Otros me dirán, es lo que corresponde, si de todas formas estabas moroso, así que tranquilo, hazte del ánimo y colócate en la fila para pagar la cuenta. No, no me resigno.

Seguiré intentando realizar la operación a través de los medios no tradicionales (¿o a estas alturas ya son tradicionales?). Creo que es la forma de hacerlo. Espero que cuando se implementa un servicio de esta naturaleza, este debe funcionar como corresponde y la totalidad de las veces. No es un tema del azar, que cuando tratas, ojalá resulte. Debe estar disponible siempre.

Sin embargo, porqué no funciona de esta forma. La razón es simple. Nos fallan las especificaciones, el desarrollo es deficiente y sin normas, no se tienen controladas las condiciones de borde, el testeo es superficial y al final se entrega una aplicación que no cumple las expectativas que ofrece. Si a lo anterior, le agregamos que probablemente existan procedimientos manuales, archivos no actualizados (en muchos bancos todavía mantienen múltiples archivos y variadas bases de datos, por lo que no se tiene certeza de cuál es la información más reciente) y que a lo mejor la persona que tenía que ejecutar algún procedimiento no ha llegado porqué no pasó el bus del transantiago, hace que yo no pueda pagar una simple cuenta.

En definitiva, si me cortan la luz, va a ser culpa del Ministro de Transportes. Por lo menos, ya se a quien culpar de mis males, y si me quedo a oscuras o tengo que bañarme con agua helada será seguramente un problema del sistema.

Dejé de escribir, y volví a entrar a la sucursal virtual. Nuevo intento, y nada. El problema sigue igual y mi angustia sigue en aumento. Finalmente, después de dos horas y media, recién pude con la Luz (se salvó el ministro), pero sigo culpando a la sociedad, y sobre todo ahora que han bajado las temperaturas.

Ya estoy pensando seriamente en ir a alguna sucursal de estos servicios de recaudación que existen en los centros comerciales o en supermercados. Ojalá me aguanten con una semana de atraso. Bueno, basta de cavilaciones y demás. En este caso, reconozco que la culpa es compartida entre la empresa del gas, que informa mal las deudas a la entidad recaudadora, pero también es mi culpa, dado que estoy tratando de pagar una cuenta atrasada. Esto no es culpa del Ministro, de la sociedad o del sistema, como muchas veces nos auto convencemos para tratar de aplacar nuestras culpas.

Definitivamente, tendré que ir a la ventanilla a regularizar la situación.

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