jueves, diciembre 03, 2009

Los buscadores no nos dejan ver el bosque


A partir de la próxima semana se tiene pensado liberar oficialmente el nuevo buscador Ecosia, creado por el alemán de 26 años Christian Kroll, en su tercer intento por crear un negocio altruista.




Ecosia se define como un buscador solidario, debido la promesa entregada, donde el 80% de los ingresos se destinarán a salvar bosques tropicales a través de la WWF en Brasil. Lo anterior implicaría que por cada búsqueda realizada, sería factible salvar aproximadamente dos metros cuadrados de bosque.


El buscador es muy similar en su aspecto a Bing, y es precisamente esta empresa, la cual junto a Yahoo, son los patrocinadores de esta nueva herramienta.

Vista de la página principal

Por otra parte, los resultados son los mismos que se pueden lograr ocupando directamente Bing, con los mismos problemas de indexación que no se han solucionado en los últimos meses, tal como ocurre al hacer la siguiente prueba:



Resultado de la búsqueda

Aun cuando todavía no se libera oficialmente, desde hoy se encuentra disponible para su uso en varios idiomas, entre ellos el español, inglés y alemán.

Ojalá la promesa se cumpla y no sea solamente un invento de marketing de los desafiantes para desbancar a los lideres dentro de este negocio global.

Solamente el tiempo lo dirá. Ojalá el bosque tropical no desaparezca en el intertanto.

martes, diciembre 01, 2009

¿Piña Colada o Margarita?

Hoy es un día especial. Siento que por fin me cambió la vida, y quiero compartir esta buena nueva con Uds.

Acabo de abrir mi correo electrónico y por fin la suerte llegó a mi destino. Recibí un mensaje directamente desde Nigeria, y por facilitar mi cuenta corriente, recibiré la no despreciable suma de dos millones de dólares, y de paso le estaré haciendo un tremendo favor a una viuda de un presidente africano que fue depuesto de su cargo.


Seguramente esto llegó como recompensa por haber ayudado a la familia de un niño que se perdió en un centro comercial al sur de la Florida, familia que obviamente no conozco, pero que la solidaridad internacional hace que les colabore. Nunca se sabe, quizás al niño está por acá, a 15.000 kilómetros al sur de Miami.


Aunque pensándolo mejor, quizás fue por aquel correo que me ofrecía toda la suerte y prosperidad del mundo por reenviar el mensaje a diez personas distintas dentro de las siguientes doce horas o en caso contrario estaría expuesto a las penas del infierno como le pasó a un tal Hugh Lederman de Cincinnati, quien perdió su trabajo, la esposa lo abandono, le embargaron su casa, además del accidente automovilístico que lo tiene en el hospital con altas posibilidades de quedar con secuelas físicas, y todo por no haber cumplido con lo que se le indicaba en la cadena.


No señor, no quiero que me pase lo que le ocurrió al pobre Lederman de Cincinnati y su desgraciada situación actual. Total que me cuesta reenviar el famoso correo. Como se sabe. ¿Y si fuera verdad?


Ahora con este asunto de los nigerianos, creo que por fin me cambiará la suerte. Solamente les debo mandar el famoso numerito y sentarme a esperar que me depositen. Ya lo tengo pensado, me iré al Caribe a tenderme en una hamaca a pensar que haré con la plata africana, mientras decido si me tomaré una "Piña colada" o un "Cuba libre".


La situación anterior no tiene nada de extraño, dado que este tipo de mensajes con historias dramáticas son bastante comunes y circulan masivamente en internet engañando a personas que cree de buena fe en ellos. En particular, me llegan permanentemente correos con cadenas, niños perdidos, ofertas suculentas, pirámides, ganadores de premios, etc. reenviados por amigos, o como me pasó con los nigerianos, directamente a mi mail.


Lo cierto que la mayoría de estos mensajes son Spam, engaños y en algunos casos estafas que se aprovechan del destinatario del mensaje. Con esta información son capaces de determinar correos electrónicos válidos, información individual o claves de cuentas personales. Este tipo de correos son conocidos con la palabra inglesa HOAX y desde hace varios años recorren el ciberespacio en busca de personas a quien engañar.


Hoy en día existen sitios donde se analizan los HOAX más comunes y se puede determinar si los mensajes son reales o no. Si les interesa el tema, pueden ingresar por ejemplo al siguiente sitio http://www.hoax-slayer.com/.


Finalmente, puedo decir que nunca he respondido a estos llamados y todavía no me ha pasado nada similar a lo de Lederman. Tampoco me he ganado la lotería, no conozco las playas paradisiacas del sudoeste asiático, tengo que trabajar todos los días y mi cuenta corriente no recibe depósitos millonarios del extranjero.


Que tengan un buen día.

martes, octubre 27, 2009

Cuarenta años y ahora WAVE

Han pasado cuarenta años desde que comenzó a usarse el correo electrónico. En ese periodo hemos visto como ha evolucionado. En particular, durante los últimos 25 años, he usado correos propietarios sobre redes WAN, fui hincha del antiguo Coordinador, me acostumbré al Notes, Exchange y hoy utilizo principalmente el GMail.

Sin embargo, aun cuando han evolucionado desde el punto de vista gráfico, las funcionalidades son muy similares a las que tenían en su etapa embrionaria, y son una copia del correo tradicional en papel, tal como lo indiqué en un artículo anterior, donde la inmediatez no tiene cabida.

Sin embargo; ¿Como luciría una nueva herramienta de comunicación si se tuviera que inventar o rehacer el correo electrónico?

Esta fue la apuesta de Google, al anunciar el “Google Wave” en el Google IO del 2009.




En esta plataforma, se juntan el correo electrónico, chat, docs y wiki, además de elementos de las redes sociales, para crear una herramienta de trabajo colaborativa, de comunicación y de relaciones interpersonales como nada visto hasta el momento, y en donde la simultaneidad e inmediatez juegan un rol básico.

Probablemente este mecanismo será de difícil penetración en ciertos segmentos de nuestra sociedad, sobre todo en aquella franja etaria más alejada del uso de la mensajería electrónica, pero no dudo que este y los próximos sistemas que se presenten harán que nuestra percepción de la mensajería y los espacios de colaboración, así como las formas de trabajar en las empresas cambien radicalmente a la forma como se ha estado haciendo hasta estos momentos.

Finalmente, la herramienta Wave aun no se encuentra disponible para el público en general, y solamente se puede acceder a través de las 100.000 invitaciones que se han entregado. Se tiene previsto que durante estos días se entregarán nuevas invitaciones y quizás sea liberado a fines de este año.

Para pedir una invitación para probar el Wave, es necesario ingresar al sitio wave de Google, inscribirse y esperar que le llegue la invitación. Otra alternativa es conseguirse que un usuario de Wave lo invite a participar.

Mientras tanto, yo sigo esperando la mía.

lunes, septiembre 28, 2009

Algo mas sobre educación

Se estima que este año se producirá una cantidad de información superior a lo generado en los últimos 5.000 años. Por otra parte, se tiene claridad que la información técnica se duplica cada dos años. Esto significa que la mitad de lo que aprende un estudiante de una carrera está obsoleto al tercer año de estudios. Tendrán conciencia nuestros educadores de esta realidad?





Otro dato interesante. Los trabajos con mayor demanda el próximo año no existían en 2004. Lo anterior implica que se debe orientar la educación para preparar personas que se incorporarán a trabajar en empleos y tecnologías que no existen todavía.

Esta situación plantea un desafío a los expertos en educación. Además de los conocimientos adquiridos, que rápidamente quedan obsoletos, en la sociedad de la información nuestros egresados deberán tener cualidades que les permitan adaptarse a situaciones complejas y nuevas tecnologías, tener competencias que les permitan reinventarse permanentemente, disponer de una capacidad para la investigación y una voluntad férrea de lucha y crecimiento, sin dejar de lado la necesidad de vivir en un aprendizaje continuo.

Sin embargo, en nuestro país un porcentaje no despreciable de la población es analfabeta del punto de vista funcional y digital, por lo cual, preparar a la juventud para que entienda y asuma estas situaciones es una tarea titánica que las autoridades deberán asumir ahora.

Un dato adicional. Dentro de los próximos años, China será el país con la mayor cantidad de personas que hablen el inglés en el mundo. Podremos competir en ese nuevo orden mundial o tendremos que asumir definitivamente el destino de país productor de materias primas y población escasamente preparada?

Ojalá no nos quede grande el poncho.

lunes, septiembre 21, 2009

Redes Sociales


Durante el último año he recibido varios llamados de amigos o conocidos que se encuentran en proceso de reinserción laboral, ampliando sus redes de contactos, buscando referidos, enviando CV, elaborando cartas de presentación y haciendo llamadas telefónicas, todas estrategias que enseñan en las oficinas de Outplacement.

Por esas cosas del destino, hace algunos años atrás aterricé de improviso en una de estas oficinas, y debo confesar que mi experiencia fue positiva, sobre todo cuando se trata de recomponer el alma y el espíritu después de una situación traumática como es la desvinculación. Al par de meses estaba dando charlas de emprendimiento al resto de los participantes y apoyando como consultor dentro del programa. Fue una experiencia enriquecedora que mantuve por un par de años. Tengo muy buenos recuerdos y mantengo contacto con la mayoría de las personas con quien me tocó interactuar durante esa época.

Dada la experiencia de aquellos años, y por lo que he visto en las personas que me han contactado durante el último tiempo, percibo que las técnicas que se enseñan y los consejos que se entregan no incorporan activamente la forma virtual de relacionarse. No usan las redes sociales y empresariales en forma masiva y se sigue con el uso de CV adjunto a un correo electrónico o la llamada telefónica.

De acuerdo a un reciente estudio de Career Builder, probablemente el actor número uno en la búsqueda de trabajo en línea en los Estados Unidos, el 45% de los 2.600 Gerentes de Recursos Humanos entrevistados, utiliza las redes sociales para encontrar, evaluar, contratar o descartar candidatos. Esta cifra aumentó al doble respecto al año anterior.

Sin embargo, se debe tener mucho cuidado al utilizar este tipo de herramientas, dado que así como nos pueden ayudar, en muchos casos también nos pueden condenar. El mismo estudio indica que el 35% de los empleadores encontró información sensible en las redes sociales que los hizo desechar a algún candidato.

¿Cuál es este tipo de información puede ser sensible o delicada en algún proceso de selección y que nos puede dejar fuera?

Los resultados apuntan a “Fotografías inapropiadas” con el 53% de los casos, seguido a contenidos asociados al “alcohol o drogas” (44%) y “comentarios negativos” sobre antiguos empleadores o anteriores compañeros de trabajo (35%).

Dentro de la comunicación formal, durante el proceso de selección, CareerBuilder indica que el 14% de los potenciales empleadores no toma en consideración o descarta a aquellos postulantes que utilizan un lenguaje propio de internet, como es el caso del uso de los emoticones u otro tipo de simbología durante el proceso de contratación.

Dado lo anterior, se hace necesario que los postulantes utilicen las redes en forma positiva y activa, dado que la información ahí publicada si es consultada por los seleccionadores de personal. Con algunos simples consejos, es posible cambiar la situación y aprovechar estas herramientas para lograr el objetivo deseado. El mismo estudio indica que el 18% de los empleadores encontraron al candidato sobre la base de la información publicada en la Internet.

Por lo tanto es necesario ampliar la red de contactos a través de redes profesionales, como puede ser el caso de Linkedin o las redes sociales como facebook o Myspace, incorporando información fidedigna y comprobable, pero siempre cuidando lo que se publica.

No se puede perder de vista, que una vez publicada la información en la red, esta se puede filtrar a todo nivel, y lo que comenzó como un asado de fin de semana entre amigos, se puede convertir en una situación cuyas consecuencias no somos capaces de dimensionar.

Haga la prueba y búsquese en la red, ya sea a través de Google o herramientas del tipo 123peoplesearch, http://www.trywho.com/ (hoy en proceso de redefinición) o http://www.pipl.com/ que escudriñan en lo más profundo de la WEB.

Quizás, con más de alguna sorpresa se encontrarán.

miércoles, septiembre 16, 2009

Competitividad

El último informe de competitividad 2009 – 2010 de World Economic Forum, sitúa a nuestro país en la posición 30, sobre 133 países estudiados. A simple vista, esta posición parecería razonable, ya que Chile se encuentra en el primer cuarto del ranking mundial, superando a países como España (33), Portugal (43) o Italia (48). Sin embargo, cuando revisamos como ha sido nuestra trayectoria durante los últimos años, encontramos que la evolución a partir del año 2004 se ha ido deteriorando, tal como se muestra a continuación.




Para poder evaluar el desempeño, se definen 12 pilares o macro temas. Se miden las Instituciones, la Infraestructura y estabilidad macroeconómica. Se revisa salud y educación, mercados, tecnologías, innovación, entre otros. A su vez, cada uno de estos grandes temas, está compuestos por una serie de variables concretas, a las que se les asigna una nota específica. Dentro de estos pilares, los que obtienen las peores notas son “Innovación”, en el puesto 45 y “Salud y Educación Primaria”, en la posición 69. Sin embargo, si exploramos un poco más en detalle, se revisan las notas de las 110 variables estudiadas y se ordenan de mayor a menor, se obtiene el siguiente ranking:



De la tabla anterior se confirma claramente el problema largamente debatido sobre la educación. Está claro que si queremos avanzar hacia el desarrollo, es un deber ineludible solucionar esta situación. Si nos dejamos estar, entonces esta realidad será un freno, una enorme valla dentro de nuestro crecimiento y desarrollo como nación. El informe sobre competitividad se puede encontrar en http://www.weforum.org/documents/GCR09/index.html

miércoles, septiembre 02, 2009

Disponibilidad

En el día de ayer, muchos de nosotros vivimos en carne propia no disponer de una de nuestras más preciadas herramientas de uso cotidiano, el correo electrónico.

Durante varias horas en la tarde, al tratar de ingresar a nuestro correo, aparecía una ventana que nos mostraba un aviso del siguiente tenor:



Los treinta segundos de espera, se transformaron en varias horas, hasta que a finales de la tarde, el servicio volvió a estar disponible.

Al consultar por alguna explicación oficial, se encuentra en el sitio de Google un comunicado donde reconoce los inconvenientes que se están viviendo, que están revisando la situación y que esperan solucionar el problema en el más breve plazo.



Aun cuando estas situaciones en general son poco comunes, hemos visto durante este año algunas fallas servicios, ya sea por problemas técnicos y/o humanas, y quizás también por ataques externos.

Nos hemos acostumbrado a usar estas herramientas y a pesar que son gratis y tienen una disponibilidad del 99.9% (suponiendo 10 horas de indisponibilidad al año), cuando ocurre el problema, nos puede generar más de algún inconveniente. Es tal la dependencia de estos servicios, que no disponer de ellos genera noticia en distintos medios y algunos otros, escriben en sus blog.

Sin embargo, mantener sistemas que sean “tolerantes a fallas”, y que nos aseguren disponibilidades cercanas al 100%, implica invertir enormes recursos en servidores, bases de datos espejadas, enlaces duplicados, sitios de contingencia, mecanismos de respaldo, seguridad lógica y física, generación eléctrica propia, además de disponer de personal altamente calificado.

En aquellas empresas que han creído en el Outsourcing y contratan servicios externos, en los contratos acuerdan niveles de servicios o SLA (Service Level Agreement). Estos normalmente están en rangos del 99.8% o 99.9%. Además, muchas veces por razones de seguridad y auditoría, se les exige que cumplan con estándares “SAS 70” (Statement on Auditing Standards No. 70) o la norma ISO 27.001 sobre seguridad informática.

Por otra parte, cuando se tiene la operación informática interna, la situación muchas veces es peor, sobre todo en Chile, donde el gasto en tecnología, de acuerdo al último estudio ENTI, no supera en promedio el 1.8% de la facturación de las empresas, cifra muy por debajo a lo que destinan los países desarrollados.

Finalmente, se debe tomar conciencia que la tecnología es una herramienta dentro del negocio y que está sujeta a fallas. Siempre debemos tener escenarios alternativos que nos permitan soportar nuestras operaciones en tiempo de crisis.

Ninguna de las precauciones que se tomen, ya sea con una informática interna o externa, nos asegurará un 100% en la disponibilidad de los servicios. Lo único que permite es poder cobrar multas a proveedores, desahuciar contratos o cambiar Gerentes de Tecnología y Operaciones dentro de los dos años promedio que están en sus puestos.

Lo importante es concentrarse en la continuidad de la operación, con o sin herramientas tecnológicas. Creo que ahí está la solución del problema.

viernes, agosto 21, 2009

George Bernard Shaw, los Boomers y la “migración digital”

Hace algunos días atrás, una persona conocida me comentó la siguiente anécdota:

En una entrevista de trabajo a un joven profesional recién egresado, le preguntaron sobre su dominio de herramientas de productividad personal, así como su disposición para el uso del correo electrónico como elemento de comunicación habitual.

El joven quedó dubitativo y algunos segundos después, respondió:

Si es necesario para el puesto, entonces no tendría
inconveniente.
Obviamente los entrevistadores se quedaron mirando sin entender y le solicitaron que ampliará su respuesta. El resultado les pareció sorprendente y los dejó algo incómodos.


Lo que pasa es que yo uso el correo electrónico para comunicarme con
personas mayores, como es el caso de mi padre.

Así como a los entrevistadores los sorprendió el comentario, en mi caso me llamó la atención y me dejo pensativo. Este es un claro ejemplo de la brecha que existe entre los “Boomers”, dominante actualmente, y la “Generación Y” o “Nativos digitales”, quienes tomarán el control cuando los primeros se retiren.

Efectivamente, los Y, herederos de internet, nacidos durante la década de 1980 y parte de los noventa, crecieron de la mano con la red y la telefonía celular. Están acostumbrados a la "inmediatez”, a estar permanentemente conectados a través del chat, el SMS o programas como Twitter.

Por edad, una de mis hijas se encuentra dentro de este segmento, y por lo tanto es “nativa digital”. Para esa generación es natural el uso de la tecnología, e incomprensible su inexistencia. Su mundo se mueve manipulando artefactos cada vez más pequeños y con mayores prestaciones.

Por otra parte, los padres de la “generación Y”, los Boomers, nacimos durante los 20 años posteriores al fin de la segunda guerra mundial, y fuimos marcados por una época de muchos cambios y apertura. En mi caso, durante 1969, siendo un niño, me asombré cuando presencié en directo en mi casa, el alunizaje del “Apolo 11”, y el primer paso selenita dado en la historia de la humanidad. Hoy me sigo asombrando de esa aventura/hazaña, a pesar de algunos incrédulos lo califican de fraude, con imágenes creadas por Stanley Kubrick. Así, compartimos muchas características que se resumen en el siguiente video.




Volviendo al tema central, a diferencia del concepto de inmediatez, el correo electrónico es una adaptación de su forma tradicional, donde se ha cambiado el medio de transporte. Los papiros egipcios, con sellos reales, transportados a caballo, se cambiaron por un teclado, una fibra óptica y un mecanismo de encriptación. Sin embargo, su esencia sigue siendo la misma, y su característica de entrega en diferido está aún vigente. No está dentro de la revolución de los “Y”, y debemos entender que la usan básicamente para interactuar con nosotros, los “Boomers”.

¿Dado lo anterior, es posible disminuir esta distancia digital?

Particularmente, llevo muchos años trabajando en este tema. Mi primera experiencia con un teclado fue hace 30 años, 25 con el mouse y el correo electrónico. La Internet la uso desde sus inicios, así como los celulares y smatphone, chat, SMS, Twitter, Skype o blog. A pesar de lo anterior, tengo muy claro mis limitaciones y tengo asumido que nunca lograré batir el record en los concursos de rapidez de envío de SMS, ya sea por motricidad fina y/o presbicia.

Por lo tanto, aun cuando no soy un nativo digital, por mi profesión, experiencia y trabajo, me podría autodenominar “inmigrante digital”. Si llegamos a asumir la existencia de esta brecha, podríamos disminuirla, y quizás acercarnos, entender y relacionarnos de mejor manera con las nuevas generaciones.

En particular, estoy convencido que cualquier persona de mi franja etaria, con la motivación adecuada y las ganas de conocer, explorar y aprender, puede transformarse y emular en versión moderna la novela de George Bernard Shaw, Pygmaleón.

martes, agosto 18, 2009

¿Estamos contactados?


En 1669 se publica en Inglaterra el trabajo denominado "Analysis per aequationes número terminorum infinitos" de Sir Isaac Newton. En paralelo, a miles de kilómetros de distancia, en Alemania, Gottfried Leibniz, también inventaba el cálculo infinitesimal. Han pasado 350 años de estos hechos, y en la actualidad a ambos se les considera los padres del cálculo.

Lo curioso del caso, es que ellos, sin ninguna comunicación, llegaron en la misma época por métodos distinto al mismo resultado. Afortunadamente, ambos pensadores pasaron a la posteridad por sus contribuciones a las ciencias y las matemáticas. Pero ha habido otros casos, en donde la oportunidad lanza al estrellato a uno y en el olvido a los otros, como ocurrió con la invención del teléfono, entre Alexander Graham Bell, Antonio Meucci y Elisha Gray.


En la actualidad, las situaciones anteriores habrían sido impensables, dada la inmediatez que nos entrega internet, la red de redes. Ella nos permite la investigación científica y colaboración virtual entre equipos especializados de universidades localizadas en distintos centros de estudios, y el desarrollo tecnológico con equipos multidisciplinarios repartidos en cualquier parte del mundo.


El potencial de todo esto es enorme, sobre todo respecto a un aumento de la productividad, incremento en el desarrollo científico y tecnológico, hasta abaratar y facilitar las comunicaciones, el trabajo offshore o la colaboración dentro de una oficina y sus sucursales.


La incorporación masiva de equipos móviles, junto a otros artilugios como los laptop y netbook, nos permiten interactuar en tiempo real por mensajes de texto, chat, teléfono, videoconferencia o espacios de colaboración, con cualquier parte del planeta y en muchos casos, absolutamente gratis. Dejo fuera al correo electrónico, dada su falta de inmediatez.


No tengo la certeza, pero intuyo que debe haber alguna correlación entre el nivel de acceso a internet y el grado de desarrollo de un país. Probablemente, los países de la OCDE tienen mejores comunicaciones, anchos de banda superiores y penetración de internet en los hogares que el resto de los países del orbe. En cuanto a la productividad, seguramente debe ocurrir algo similar.


Entrando de lleno a Chile, durante algunos años nuestro país lideró en latino América el acceso a la red. Sin embargo, el crecimiento histórico que tuvo ha ido disminuyendo. Este crecimiento menor, quizás se deba a que el principal consumidor de este servicio (grupo socio económico alto - ABC1) se haya comenzado a saturar, no habiendo un mercado sustituto dado los precios de este servicio en Chile. En la actualidad la penetración de Internet en los hogares chilenos es del 19%, muy por debajo del promedio de los países de la OCDE. De acuerdo a estudios del mismo organismo anterior, a igualdad de poder adquisitivo (PPA), Chile es uno de los países más caros del mundo por este concepto. Pero al parecer no todo es malo. Durante el segundo semestre del 2009 debería comenzar a operar el servicio WIMAX, tanto en las zonas rurales, como urbanas, aumentando de esta forma la cobertura geográfica, y se espera que exista una tendencia a la baja en cuanto a valores del servicio.


Por otra parte, en los últimos años hemos visto como ha ido bajando la productividad en Chile. La incidencia del PTF (Productividad Total de Factores) en las tasas de crecimiento del país ha disminuido en el último lustro. Si se quiere retomar la senda del crecimiento por sobre el promedio mundial, debemos atacar este punto, y probablemente aquellas variables que tienen mayor incidencia en la productividad (Capital humano, tecnología y conocimiento).


En este punto es donde debemos copiar recetas probadas y comenzar a mejorarlas. Es necesario incorporar las tecnologías de la información en todos los ámbitos, hay que masificar el acceso a internet y no permitir que decrezca. Lo anterior, ya sea alumbrando ciudades o espacios públicos. Se debe privilegiar el uso de estas herramientas en la educación y dejar de lado la tradicional tiza y pizarrón.


Ya estamos atrasados. Debemos urgentemente recuperar la brecha y preparar a las actuales generaciones en la era digital. Si no lo hacemos, no tendremos ninguna chance en el nuevo mundo que hace tiempo llegó.

miércoles, agosto 12, 2009

Colonialismo a las puertas del Bicentenario

Ya llevo algunos días sin escribir, lo cual me preocupa sobremanera. Ha sido la falta de inspiración y motivación, causada quizás por la contaminación ambiental que sufre nuestra ciudad en estas épocas del año, acrecentada por las escasas lluvias de este extraño invierno, casi primavera, que estamos viviendo. Sin embargo no quiero escribir de las condiciones ambientales o la contaminación. Más me preocupa la creatividad, y sobre todo la mía.

Pero vamos a otros temas. En la actualidad nos encontramos en las vísperas del bicentenario, donde producto de las guerras Napoleónicas, comenzamos a transitar en un camino que nos independizó de España.
En esa época se dejó atrás casi 300 años de colonialismo, de derecho indiano, y el país comenzó a organizarse copiando modelos de instituciones que funcionaban en otras latitudes. En esa época (1810 a 1833), en Chile se publicaron nueve reglamentos constitucionales o constituciones distintas. Algunas de ellas, duraron unos pocos meses. Se estaba en un proceso de copia y adaptación de alguna forma de gobierno.
En 1811, la primera junta de gobierno, compró en Estados Unidos la primera imprenta y se contrataron a tres técnicos norteamericanos (Johnston, Burbidge y Garrison) para su instalación y operación. En dicha imprenta se editó la “Aurora de Chile”. Las experiencias de esta aventura, así como la visión particular externa sobre el país de ese período fue relatada por Samuel Johnston en su libro “Diario de un tipógrafo yanqui en Chile y Perú durante la independencia”, el cual es muy interesante de leer.
En esa época, el país del norte tenía 34 años de vida independiente y una naciente empresa privada estaba exportando tecnología y asesores a países como el nuestro. Con el tiempo, ellos se convirtieron en colonizadores y nuestros países en colonias tecnológicas. Ellos en vendedores y nosotros en sus consumidores.

¿Por qué ocurrió esto? Probablemente existen muchas variables que influyeron. Podemos mencionar el tipo de colonialismo al cual estuvimos sujetos y su herencia, las instituciones que se crearon, la legislación, las luchas y la estabilidad política durante los siglos XIX y XX, el tipo de sociedad y el tamaño de la población, la geografía del país, el aislamiento, la lejanía y probablemente muchas otras, que podrían llenar muchas páginas de un libro por si solas.

Sin embargo, tengo claro que la investigación científica y el desarrollo tecnológico están íntimamente ligados a la educación. Sin esta última, no se concibe la existencia de las primeras, y es aquí, donde creo que se encuentra la principal variable que condicionó nuestro quehacer.
A pesar que durante el siglo XIX se realizaron una serie de acciones para mejorar la cobertura de la educación primaria, la realidad es que en el año 1875 el analfabetismo en Chile era del 70% de la población, tal como se visualiza en el siguiente cuadro, obtenido de “La educación primaria popular en el siglo XIX en Chile” de María Loreto Egaña Baraona.

Actualmente las cifras de analfabetos en el país bordea el 4%, por lo que el tema giró hacia la calidad de la educación. Si revisamos algunas estadísticas sobre Chile que se encuentran publicadas en el sitio de la OCDE, organismo al cual Chile se encuentra en proceso de postulación, podemos extraer aquellas que dicen relación sobre educación e innovación.

Fuente OCDE

De estas cifras, queda claro que si queremos pasar al siguiente escalón dentro del “desarrollo”, debemos mejorar como país en muchos sectores. En la mayoría de los puntos estamos bajo el promedio de esta agrupación. Si queremos ser competitivos debemos trabajar seriamente en una educación activa, promover el desarrollo y creatividad, e incorporar los debates y el pensamiento crítico dentro del aula.

Se debe revisar los programas actuales y poder contar con docentes comprometidos, motivados, capacitados y evaluados permanentemente, con remuneraciones e incentivos adecuados a sus competencias.

Debemos trabajar en el emprendimiento personal y la innovación, la investigación orientada a las necesidades donde el país tenga ventajas competitivas y las patentes de invención asociadas. Para todo esto es fundamental invertir en herramientas tecnológicas, así como mejorar los accesos a la información a través de incrementar la penetración de la banda ancha y la digitalización del país.

En definitiva, la tarea es enorme, es una política de estado y en ella concurren tanto el sector público, como el privado. Hay que aunar voluntades, trazar las metas y ponerse a trabajar, tal como lo está realizando el grupo educación 2020, con los cuales ya he tenido varios contactos por correo electrónico, específicamente con el grupo de profesionales y empresarios, con los cuales tengo una reunión esta semana. Considero muy válida y apoyo esta iniciativa, pero si no es capaz de remover algo más que conciencias, no pasará de ser una buena idea, quizás como muchas que han existido en el pasado, y a futuro seguiremos debatiendo sobre la calidad de la educación , la necesidad de hacer un cambio profundo y lamentando nuestra desgracia.

Como no quiero lamentarme, considero urgente atacar estos temas si queremos construir y entregar como herencia un mejor país, y ojalá dejar atrás el colonialismo tecnológico.

martes, julio 14, 2009

Menos "basta"


Para hoy tenía algunos temas que quería desarrollar en este blog. Están los 40 años de la llegada a la luna, o quizás el relato sobre la majestuosa inmensidad de una cúpula celestial completamente estrellada que me tocó observar de madrugada en alguna parte del desierto de atacama este verano.


Sin embargo estas ideas dejan de tener sentido alguno, cuando ayer me entero de la muerte de un joven de 18 años a manos de delincuentes cuando se encontraba a un par de cuadras de su casa.


Cuando me enfrento a este tipo de situaciones, mi capacidad de entendimiento irremediablemente deja de funcionar. Se supone que a medida que los pueblos avanzan, cuando se mejora la educación y aumenta la cultura, necesariamente debería aumentar el respeto hacia el ser humano.


En el lejano oeste, el valor de la persona era ínfimo, y por la más mínima expresión de rechazo, se disparaban sin mediar argumentos. En definitiva era la ley del más fuerte o quizás del más armado y ágil. Hace apenas 150 años todavía se vendían esclavos legalmente en algunos países del orbe.


Han pasado poco más de un siglo de todo esto y el hombre ha dado saltos gigantescos en el aspecto científico, la tecnología y en general en todo tipo de conocimientos. En algunas sociedades se practica la tolerancia y el respeto mutuo, en definitiva el “no hagas a los demás lo que no quieres que hagan contigo” es una práctica común en algunas sociedades actuales.


Sin embargo estos conceptos al parecer no han permeado a nuestra sociedad en su conjunto. Hoy día se percibe mayor agresividad y mala educación en las personas. Se aprecia poco respeto hacia el resto y se confunde libertad de expresión por libertinaje.


Lamentablemente nos hemos ido acostumbrando a todo y pocas cosas nos llaman la atención. Hechos que nos deberían impactar, doler y rechazar con todas nuestras fuerzas, apenas nos afectan y muchas veces los consideramos como algo normal, del día a día y quizás que no vale la pena discutir. ¿Nos hemos puesto más “tolerantes” o quizás permisivos?


Yo no conocí personalmente a Sergio Aguayo Muñoz, pero si me liga una amistad de muchos años con su padre y sus tíos. Los conozco desde niños, cuando en un Santiago ya lejano, jugábamos en las calles Hendaya, Gertrudis Echeñique, Presidente Errázuriz y sus alrededores en el sector del Golf. Comprendo, pero quizás no alcanzo a dimensionar el terrible desgarro que deben sentir en estos momentos.


Considero que debemos comenzar a decir “basta” de este tipo de situaciones. No podemos permitir que nuestra sociedad se siga enfermando y deteriorando, como ha ido sucediendo en los últimos años. Basta de vivir encerrados como delincuentes en nuestras propias casas, basta de tener temor de salir a la calle, basta de vivir con angustia cuando nuestros hijos salen de noche, basta de la mala educación y de la prepotencia, basta....


Una última reflexión. Sergio quería ser donante y su familia cumplió con este deseo. Creo que ese es el tipo de sociedad por la cual deberíamos luchar. Abogo por una sociedad más solidaria, respetuosa, educada. Una sociedad más sana, más limpia y transparente.


Quiero una sociedad con más valores y menos “basta”.

viernes, julio 03, 2009

Amigos en lo Alto


Este verano fue algo especial. Así como relaté mi experiencia en el camino hacía el Parque nacional Fray Jorge, también ocurrió un hecho especial y distinto en una pequeña localidad pre cordillerana de nombre “Alto del Carmen” . Este pueblo es conocido por muchos por su pisco de igual nombre y por algunos menos, por el proyecto “Pascua Lama” y sus glaciares.

Alto del Carmen es un pueblito al oriente de Vallenar . Se llega desde esta última ciudad, bordeando el rio "Huasco" y su afluente “El Carmen”, ríos de escasas aguas, pero que llenan de vida la zona. Se accede por un camino pavimentado, en buen estado, sinuoso y con una vegetación que va cambiando a medida que se sube y se interna en dirección a la cordillera, dejando atrás el embalse "Santa Juana" . Al acercarse al pueblo, el valle se angosta y las laderas de los cerros aparecen tapizados por las vides.

Al igual que otros valles del norte, las cumbres se aprietan al acercarse a su origen y se tragan el valle bajo un cielo traslúcido. Es ahí cuando la naturaleza transmite mágicamente una sensación de tranquilidad, paz y serenidad que llena el cuerpo y el espíritu, logrando una conexión con la tierra difícil de describir

El pueblito, antiguo y ordenado, mucha construcción en adobe, una plaza bien tenida con altos y añosos árboles, algunos parroquianos circulando por las limpias calles, pocos vehículos y escaso comercio, nada de ruido. Poco más allá, las oficinas de una importante empresa minera se destaca en este pueblo tranquilo y alejado hasta hace poco del ajetreo que conlleva el desarrollo económico.

Era tarde, el sol se ocultaba cubriendo con su luz rojiza las laderas de los cerros que resguardan el poblado, aumentando la sensación de estar en un mundo desconocido, a veces irreal e incomprensible muchas veces para nuestro pensamiento citadino.

Mientras nos tomábamos un café en el único local al lado de la plaza, una mezcla de fuente de soda, salón de eventos, restaurant y salón de Té, la dueña nos indica donde comprar artículos típicos de la zona. Atravesamos la calle y llegamos a una construcción de color rojo. La puerta de madera se encontraba abierta y a su alrededor, hacia la calle en sobre relieve, figuras de colores que nos recordaron a Gaudí . Lo mismo nos ocurrió cuando observamos el piso, una vez traspasado el acceso principal. Una figura de un pez nos trasladó al parque Güell de Barcelona .

Tocamos, pero nadie contestó. Entramos por el corredor oscuro en dirección al fondo iluminado. Al final, un grupo de amigos departían alegremente la preparación de un asado de cerdo con el dueño de casa. El, un hombre de mediana edad, moreno, más bien bajo, nos indicó que no estaban atendiendo en ese momento. Amablemente nos acompañó hacia la salida dando las escusas de rigor. En el trayecto de 15 pasos nos demoramos más de una hora para llegar a la puerta de calle y despedirnos.

En el pasillo nos contó parte de su vida. Heredero de la cultura diaguita , originaria de esa zona, había estudiado arte y trabajado en París y Barcelona hasta que sus raíces lo habían devuelto a su tierra de atacama . Buscando, encontramos que teníamos conocidos comunes, casi amigos, lo cual nos acercó mucho más e hizo que se alargara la conversación.
Hoy, dedicado a la orfebrería, a la defensa del valle y a la producción de licor, este amigo nos dejó invitado a su casa en lo alto de la montaña. Como nos dijo, pocas comodidades pero un corazón grande para recibirnos cuando quisiéramos.
Agradecemos la hospitalidad que recibimos y habiéndole comprado toda la producción que disponía del mejor pajarete , bajo un cielo estrellado, regresamos al Parque Nacional Llanos de Challe.



Algún día volveremos a visitar a nuestros amigos de “Alto del Carmen”.

martes, junio 30, 2009

Realismo Mágico en Fray Jorge


Entre Tongoy y los Vilos, un poco antes del desvío a Ovalle, se ubica el "Parque Nacional Fray Jorge". Desde muy pequeño me entusiasmaba la idea de conocerlo, sobre todo cuando algunas décadas atrás viajábamos en familia a las playas de la IV región a hacer camping. En esa época, salir en carpa era toda una aventura, había poca comodidad y sólo algunos extranjeros, sobre todo europeos, además de unos pocos adelantados, muchas veces catalogados de extravagantes, se atrevían a vacacionar de esta manera.

Con los años, he pasado muchas veces por la entrada a Fray Jorge, ya sea rumbo al norte o de regreso a Santiago. Siempre ha sido lo mismo, el tiempo. No darse el tiempo para conocer y disfrutar el viaje, debido a que siempre me encontraba apurado por llegar lo antes posible a alguna parte, quizás tratando de batir algún record auto impuesto y conocido solamente por mí.

Sin embargo, entendiendo que estaba de vacaciones y no tenía apuro por llegar, el verano recién pasado decidimos entrar a conocer este parque nacional. El camino, de tierra y en regular estado, un sol abrazador que proyectaba su luz y calor sobre un paisaje empobrecido y absolutamente seco. De tanto en tanto, sobre un suave lomaje, algunas cabras al lado de cabañas de madera con pinturas descascaradas y techos de zinc, donde los habitantes trataban de vender sus productos a los pocos visitantes que en sus 4x4 y luces encendidas, a toda marcha levantaban tierra al pasar frente a ellos sin detenerse.

Habiendo recorrido un buen trecho por el camino secundario, sobre este terreno desolado, agreste y calcinado, llegamos a un puesto delante de una casita, donde ofrecían pan amasado, algunos frutos secos y queso de cabra. La curiosidad nos hizo detenernos frente a la mesita, bajo un toldo donde se exhibían las mercaderías. Una niña de unos 10 o quizás 12 años estaba a cargo. Bajamos del vehículo y después de consultar los precios, preguntamos por aquel artefacto que se encontraba instalado a un costado de la vivienda, a todas luces extraño para el entorno, fuera del contexto y que un minuto antes nos había llamado la atención. La escena podría haber sido sacada de una novela de García Márquez por las componentes de realismo mágico que había. Se trataba de un panel solar fotovoltaico que cargaba un par de baterías, las que alimentaban un pequeño circuito de luces de bajo consumo y una radio.

Unos instantes después se acercó la madre de la niña a conversar con nosotros, a explicarnos el funcionamiento de su horno solar con que hacía el pan y que se lo habían construido unos estudiantes universitarios, además de darnos algunos detalles del funcionamiento del panel que había sido instalado algunos meses atrás por la empresa de distribución eléctrica de la zona. Nos abrió las puertas de su casa, con esa amabilidad y sencillez de la gente humilde del campo que difícilmente se encuentra en la ciudad. Presentó a su familia, la abuela, los hijos y nietos, todos viviendo en condiciones extremas, al compás de una música tropical transmitida por una lejana emisora de radio AM.

Al entrar al patio, me llamó la atención el nieto de la dueña de casa. Debe haber sido un niño de no más de tres años adentro de un cajón de madera, el que ejercía las veces de corral. Al instante me recordó una conversación que había tenido hace unos 15 años atrás con una amiga sobre la estimulación temprana en los niños y lo que se podría denominar el "síndrome del cajón de manzanas". En nuestro país, muchos niños se crían sin más estímulo que el color de las paredes del cajón donde están acostados o del techo que tienen al frente de sus ojos.

Esos padres no saben, no conocen y nadie les ha dicho en forma simple la necesidad de estimular durante los primeros tres años al niño, etapa en donde se están formando a una velocidad y eficiencia no repetible, las conexiones cerebrales o sinapsis que condicionarán de una u otra medida las habilidades, la capacidad de aprendizaje y el potencial del adulto. Estos niños nacen con un hándicap respecto al resto de los niños de su generación.

Comparto y encuentro excelente la posibilidad de ocupar la energía solar para mejorar el bienestar de las personas. Aplaudo estas iniciativas. Sin embargo, tenemos como tarea pendiente preocuparnos como país por generar las condiciones necesarias para que los niños no pierdan rápidamente su potencial y queden en desventajas respecto sus pares. Si no somos capaces de resolver esto, difícilmente superaremos la pobreza dura, mejoraremos nuestros resultados en educación y por lo tanto nuestra meta de ser un país desarrollado estará cada vez más lejos.

Después de esta experiencia, seguimos nuestro camino. Sin embargo, otro día les contaré sobre el Parque Nacional Fray Jorge.

lunes, junio 22, 2009

Perturbación a Domicilio


Acabo de recibir un llamado telefónico de un número desconocido. Por curiosidad y deferencia contesté y escuché la voz dulce de una señorita que se presenta amablemente para ofrecerme un servicio de seguro de salud. Seguramente mi información estaba dentro de sus bases de datos, donde después de alguna acuciosa segmentación, aparecí como sujeto interesante para venderle el producto o servicio en cuestión a través de esta modalidad que los entendidos llaman "telemarketing".

Hasta aquí, creo que todos nosotros hemos recibido este tipo de llamadas, sobre todo cuando se trata de algún intangible, como ocurre con los seguros. Nada extraño en un país donde han proliferado este tipo de campañas de mercadotecnia que han ido trastocando sistemáticamente nuestras vidas. Lo curioso del caso, es que en esta oportunidad la llamada provenía de la misma institución en donde yo he tenido contratado mi seguro de salud durante muchos años.

Al hacerle notar la equivocación, la confundida señorita exclamó ¡Que raro, Ud. me aparece en mi listado! ¿Y lleva mucho tiempo con nosotros? (seguramente mi respuesta no estaba considerada dentro del libreto que manejan estas empresas de venta telefónica). Después de responderle afirmativamente, se despidió amablemente y yo volví a mi rutina diaria.

Sin embargo, esto que aparece en una primera instancia como algo curioso, me ha pasado varias veces antes, ya sea con bancos, previsión y seguros. Esta situación ilustra una vez más las deficiencias de las empresas, que más que una actitud proactiva para elevar las ventas, produce el efecto contrario en los clientes que se han mantenido "fieles" a ellos.

Este tipo de situaciones ocurren principalmente por falta de integración dentro de las empresas, donde existen "expertos" en "inteligencia de negocios" que ocupan información, no necesariamente corporativa o actualizada, produciendo este tipo de incidentes.

Sin embargo, aun cuando siempre es contraproducente este tipo de errores, sobre todo para los sectores de venta intangible y en muchos casos con productos que ojalá nunca lleguemos a ocupar (salud, seguros), el punto de fondo de este cuestionamiento va a lo siguiente:

En general molesta la irrupción de este tipo de campañas en ámbitos que dejan ser "públicos", como podría ser el caso de las labores profesionales. La interferencia llega directamente a nuestros hogares, a cualquier hora y en cualquier día. Normalmente se presentan en forma muy amable, y una vez que les queda claro que no queremos su producto, cortan el teléfono sin decir "agua va", quedándonos con una sensación de impotencia ante lo mal educados que pueden llegar a ser.

Pero lo más importante de estas tácticas de convencimiento telefónico viene por el lado de la información. A mí en particular, me llama mucho la atención como estas empresas consiguen los datos para realizar sus "campañas". Normalmente estamos hablando de información privada, y no me refiero al nombre o al domicilio que se puede buscar en la guía telefónica (no es mi caso, ya que tengo número privado, pero igual me llaman), sino que en muchos casos conocen en que plan de la Isapre se está, cuanto se está cotizando, en que bancos tenemos cuentas corrientes, cual es la patente de mi auto y así suma y sigue.

En realidad, seguramente no tenemos idea que información personal y privada se encuentra en manos de estas empresas. Esto que estoy comentado no es un tema nuevo, se ha discutido ampliamente en muchos sectores, durante mucho tiempo. Lamentablemente sigue ocurriendo sin un control aparente.

En definitiva, estas situaciones ocurren básicamente por una legislación que no es capaz de controlar la proliferación de bases de datos que se ofrecen en el mercado, la existencia de personas o empresas que no tienen ningún cuestionamiento para ocupar esta información sin preguntar de donde proviene y cuáles fueron los métodos de obtención, la falta de control de los organismos que quizás puedan hacer algo y nuestra pasividad e ignorancia respecto a estos temas. Ojalá podamos contar pronto con normas como ocurre en otros paises.

Mientras tanto, yo pienso volver a cambiar el número de teléfono de mi departamento, antes que empiece la campaña política.

martes, junio 09, 2009

Imagen

Bing es el nombre del nuevo buscador de Microsoft, que en la actualidad se encuentra en una versión beta, y tratará de competir con Google. La idea de estas líneas era dar mi impresión sobre esta nueva herramienta, sin embargo en el día de ayer, leí una noticia en donde se menciona que dicho buscador, con un par de días a la luz pública, ya fue hackeado. En la actualidad, al colocar la palabra "ladrones", aparece dentro de los primeros resultados la dirección de la "Casa Rosada", sede del gobierno Argentino, tal como se muestra en la siguiente imagen.




De acuerdo a lo que indica Microsoft, esta intervención externa sólo afecta a la versión beta, y será solucionada dentro de las próximas horas. En la práctica, aun cuando esto se descubrió en el día de ayer, los resultados siguen apareciendo en estos momentos.

A primera vista, este tipo de acciones pueden resultar divertidas y a mas de alguno le puede resultar simpático, una niñería o incluso de alguna u otra forma, representarlo. Sin embargo, estos actos, independientemente de los motivos que puedan existir, nos muestra lo frágil que puede ser la imagen de las instituciones o de las personas y lo rápido que pueden ser destruidos a través de la red.

No comparto en lo absoluto este tipo de intervenciones. Creo en la libertad de expresión, el derecho a disentir y en la institucionalidad para plantear las inquietudes. No creo en el anonimato para oponerse, sobre todo cuando se está dentro de un estado de derecho.

Considero que este tipo de acciones, mas que considerarlas simpáticas, hay que condenarlas con energía y perseguirlas con fuerza. Hoy fue una empresa de software y un gobierno, mañana puede ser un organismo de caridad, una institución religiosa, un club deportivo o cualquiera de nosotros, dependiendo de quien, en forma anónima quiera hacernos daño.

Mi impresión sobre Bing lo tendré que dejar para una nueva oportunidad, ojalá cuando esté la versión definitiva. Mientras tanto, seguiré ocupando el buscador que durante muchos años he usado.

viernes, junio 05, 2009

Lobos al acecho

Slagsmålsklubben - Sponsored by destiny from Tomas Nilsson on Vimeo.

Tomas Nilsson, un estudiante sueco de diseño gráfico y comunicaciones, le tocó analizar para su escuela el antiguo cuento de la Caperucita Roja. El resultado de ese análisis es notable y se muestra en el video anterior. He elegido ocupar este trabajo por la moraleja del cuento y así poder ilustrar lo que pasa con las tecnologías, los peligros existentes y los cuidados que debemos tener.

Cuando era muy niño, mis padres, al igual que muchos padres de esa época, nos indicaban y reforzaban permanentemente la instrucción de no hablar con desconocidos, no abrir la puerta a personas extrañas, y en caso que estuviéramos perdidos, recurrir a un policía. De esta manera, a los cinco años era mi obligación conocer donde vivía, la dirección de la casa y los nombres de mis padres. Una vez que llegó el teléfono, fue necesario que todos los hermanos conociéramos su número y debíamos recitarlo frente a ellos. Estos simples consejos quedaron grabados en lo más profundo de nuestras memorias. Sin embargo, nuestro mundo cambió radicalmente de una generación a otra y esta enseñanza tan básica y útil se nos olvidó traspasarla a nuestros hijos.

La semana pasada vi un programa de televisión en donde una periodista se hacía pasar por una niña de 13 años y comenzaba a chatear a través de un portal público en Internet. De acuerdo al reportaje, en forma muy rápida la contactaron individuos para conversar. Estas personas, todos hombres adultos, una vez lograda cierta cercanía con la supuesta niña, rápidamente mostraban sus verdaderas intenciones, todas ellas de tipo exhibicionista o invitaciones abiertamente sexuales. Es decir, se trataba de pedófilos a distancia.

En otra parte del programa se mostraba un grupo de padres, en donde reconocían abiertamente que no sabían lo que era un chat, que nunca habían interactuado con un computador o utilizado Internet. Estamos hablando nuevamente de una tremenda brecha digital, donde los padres no saben, no se enteran y no son capaces de visualizar lo que hacen sus hijos en Internet. En definitiva, no pueden inculcar que no hablen con desconocidos, porque simplemente no saben o no se imaginan que existan desconocidos en la red.

Para redondear el cuadro, la legislación tampoco ayuda mucho. Mientras en otros países, estas conductas son penadas drásticamente, en nuestro país no constituyen delito mientras no se consume el hecho y sea detectado en forma flagrante.

En definitiva, tenemos los elementos básicos para que se produzcan estas situaciones, padres desinformados, niños no advertidos, legislación atrasada y personas enfermas buscando víctimas menores de edad.

Al día siguiente aproveché de sacar el tema con mis hijos y lo peligroso de abrir la puerta, ya sea real o virtual, o entablar conversaciones con desconocidos. Aceptar a cualquier persona en su Facebook, es abrir parte de la intimidad, y estos personajes que buscan en internet se aprovechan de estas debilidades. En mi caso, yo conversé el asunto. Espero que otros padres también hayan aprovechado la ocasión.

Reconociendo este problema, una importante corporación de Software, en conjunto con la PDI (Policía de Investigaciones de Chile), tiene un programa de instrucción para padres. Los colegios que se interesan, los invitan y ellos acuden a mostrar que hacen o pueden hacer los niños, que ven y cuáles son los peligros que se enfrentan los adolescentes día a día en Internet. Creo que es una muy buena iniciativa pública-privada para prevenir actos que pueden afectar a nuestros niños.

Ya hemos puesto vallas, cercos, alarmas y rejas en nuestras casas, hemos contratado seguros de robo y servicios de vigilancia, compramos armas para defendernos y nos hemos encerrado en condominios con guardias y cercos eléctricos, pero nada de esto sirve, ya que no estamos cuidando lo más importante que tenemos, la inocencia y la salud mental de nuestros hijos. Hoy los delincuentes están entrando por las puertas virtuales que tenemos abiertas de par en par, se están metiendo por las ventanas y lo peor de todo es que no tenemos conciencia de esta realidad.

Espero que al igual que en los cuentos infantiles donde existen lobos, nuestros hijos salgan fortalecidos y podamos enjaular a aquellos que quieren hacer daño. Pero para eso necesitamos al menos tomar conciencia de la existencia del problema, advertir a nuestros hijos y ojalá que los legisladores nos presten una ayuda en esto.

lunes, junio 01, 2009

Gran Hermano

Desde hace algunos días, anda circulando en diarios y televisión una noticia que a mí en particular me inquieta sobremanera, ya que veo que se sigue materializando una realidad que califico de perversa y que se encuentra ilustrada en algunas novelas de ciencia ficción, como es el caso de 1984 (The Last Man in Europe) de George Orwell, publicada en el año 1949.

Específicamente, me refiero al manejo centralizado de información de personas, ya sea por organismos públicos o privados. Ejemplo de esto, y con la escusa de poder atender de mejor manera a los clientes, últimamente hemos visto cierta colaboración y entrega de información entre instituciones que administran seguros de salud y algunas cadenas de farmacias.

El manejo de la información es altamente sensible y mientras esta se mantenga bajo una modalidad de compartimiento estanco o secreto estadístico, podremos estar “relativamente seguros”.

Sin embargo, basta que se rompa esta regla no escrita, para que una entidad pueda establecer un patrón de conducta, un perfil económico, psicológico, social, educacional o clínico de sus clientes. Teniendo los datos correctos, y aplicando técnicas de "data mining", es posible determinar hábitos de consumo y gustos de un conjunto de personas o grupo objetivo, para ofrecer servicios o productos con la intención de vender más y hacer más rentables las empresas.

Hoy día, ya no nos llama la atención que nos ubiquen telefónicamente (a pesar de haber pedido un número privado, sigo recibiendo llamadas publicitarias), que invadan nuestras casillas de correo electrónico o nos bombardeen con panfletos en nuestro propio hogar u oficina. Lo peor de todo, es que estas empresas han cruzado nuestra información de distintas fuentes, han aplicado inteligencia de negocios y algoritmos de segmentación y hemos sido elegidos dentro de esta tómbola como sujetos interesantes para ser impactados en determinada campaña publicitaria.

Para facilitar esta situación, los que vivimos en este país tenemos un número único que nos asignan cuando nacemos y que nos acompañará por el resto de nuestros días. Este número intocable e invariable se encuentra asociado a nuestra ficha dactiloscópica (estamos todos fichados), a nuestros datos de nacimiento o matrimonio, fotografía, impuestos, salidas del país, datos bancarios, penales, comerciales,compras en supermercados o tiendas por departamentos, fichas clínicas, farmacias, tránsito, estudios varios y a todo otro acto que hagamos dentro de nuestra quehacer cotidiano. Para completar el panorama, probablemente en un futuro no muy lejano, la autoridad tendrá también nuestros datos en el banco de ADN. Hoy día, basta con ocupar este número único (llave) y a través de él, centralizar la información para obtener una completa descripción de cada uno de nosotros. Es tan importante esta clave, que si no la conocemos, simplemente no existimos.

Un segundo elemento que complica más todo esto, es la legislación existente. Tanto la ley 19.628 sobre delitos informáticos del año 1993, como la Ley 19.628 del año 2002, sobre protección de datos personales, ya están obsoletas, básicamente por el avance de la tecnología en los últimos 15 años. Por lo tanto, este punto contribuye a ahondar más el problema y generar una profunda asimetría de información entre el ciudadano y las empresas (y sus bases de datos).

Un último elemento catalizador de esta mezcla, es nuestro desconocimiento general de las tecnologías de la información existentes, nuestra completa despreocupación al entregar datos personales, así como la incapacidad para exigir que se respeten los derechos individuales.

Mientras existan estos vacíos legales y aumente la calidad y cantidad de bases de datos no reguladas, estaremos expuestos a seguir recibiendo cerros de publicidad, cientos de email o spam todos los días, créditos preaprobados, promocionesy ofertas y probablemente algunos serán discriminados sin saberlo, porque tienen una nota roja en un sistema de scoring definido por alguien en alguna parte.

Ojalá no sea tarde para controlar a este gran hermano que hemos creado durante todos estos años, lejos del concepto de fraternidad y podamos salir del determinismo y tender al libre arbitrio.

Cuentas

Desde hace mucho tiempo ocupo los servicios bancarios a través de la sucursal Internet de mi banco. Es de gran utilidad, sobre todo si uno no tiene el tiempo de concurrir personalmente a hacer trámites o pagar cuentas. De hecho, la única vez que he visto a mi ejecutiva, fue una vez que estaba renegociando las tasas de un crédito hipotecario y necesariamente tenía que firmar algunos documentos y llenar la famosa DPS (declaración personal de salud) para el asunto del seguro de desgravamen.

Con esta modernidad uno se va poniendo cada vez más exquisito y exigente con el servicio que entrega el banco y muchas veces nos olvidamos que todos estos artilugios están construidos por seres humanos y en algunas oportunidades fallan, sobre todo cuando es más urgente usarlo (parte de las leyes de Murphy).

Bueno, de hecho, a estas alturas llevo al menos una hora tratando de pagar dos cuentas a través del pago de cuentas del servicio Internet ofrecido por mi banco sin llegar a tener éxito. La primera de ellas, es una cuenta de la electricidad. Me da el monto a pagar, selecciono la cuenta, ingreso mi clave de seguridad y después de algunos segundos me envía un mensaje que existe un problema técnico que impide realizar la transacción, que revise mis movimientos en la cartola y que traté de realizar la operación más tarde. En definitiva, que me corten la luz por no pago.

El segundo intento es peor. Tengo la boleta en mis manos, ejecuto la operación y como resultado de la búsqueda, la pantalla me indica que no existe la deuda. Ósea, tengo una deuda no deuda. En la boleta me indica el monto, pero la transacción indica que no existe deuda. Para cerciorarme, ingresé a otro portal de pagos, y no hay caso, no parece la deuda registrada por ninguna parte. Si no logro solucionar esta operación, ya me estoy imaginando la fila en esta famosa empresa, que para colmo, solo tiene un centro de atención de clientes reales a la entrada de una concurrida avenida Santiaguina. Otros me dirán, es lo que corresponde, si de todas formas estabas moroso, así que tranquilo, hazte del ánimo y colócate en la fila para pagar la cuenta. No, no me resigno.

Seguiré intentando realizar la operación a través de los medios no tradicionales (¿o a estas alturas ya son tradicionales?). Creo que es la forma de hacerlo. Espero que cuando se implementa un servicio de esta naturaleza, este debe funcionar como corresponde y la totalidad de las veces. No es un tema del azar, que cuando tratas, ojalá resulte. Debe estar disponible siempre.

Sin embargo, porqué no funciona de esta forma. La razón es simple. Nos fallan las especificaciones, el desarrollo es deficiente y sin normas, no se tienen controladas las condiciones de borde, el testeo es superficial y al final se entrega una aplicación que no cumple las expectativas que ofrece. Si a lo anterior, le agregamos que probablemente existan procedimientos manuales, archivos no actualizados (en muchos bancos todavía mantienen múltiples archivos y variadas bases de datos, por lo que no se tiene certeza de cuál es la información más reciente) y que a lo mejor la persona que tenía que ejecutar algún procedimiento no ha llegado porqué no pasó el bus del transantiago, hace que yo no pueda pagar una simple cuenta.

En definitiva, si me cortan la luz, va a ser culpa del Ministro de Transportes. Por lo menos, ya se a quien culpar de mis males, y si me quedo a oscuras o tengo que bañarme con agua helada será seguramente un problema del sistema.

Dejé de escribir, y volví a entrar a la sucursal virtual. Nuevo intento, y nada. El problema sigue igual y mi angustia sigue en aumento. Finalmente, después de dos horas y media, recién pude con la Luz (se salvó el ministro), pero sigo culpando a la sociedad, y sobre todo ahora que han bajado las temperaturas.

Ya estoy pensando seriamente en ir a alguna sucursal de estos servicios de recaudación que existen en los centros comerciales o en supermercados. Ojalá me aguanten con una semana de atraso. Bueno, basta de cavilaciones y demás. En este caso, reconozco que la culpa es compartida entre la empresa del gas, que informa mal las deudas a la entidad recaudadora, pero también es mi culpa, dado que estoy tratando de pagar una cuenta atrasada. Esto no es culpa del Ministro, de la sociedad o del sistema, como muchas veces nos auto convencemos para tratar de aplacar nuestras culpas.

Definitivamente, tendré que ir a la ventanilla a regularizar la situación.

lunes, mayo 18, 2009

Cultura

Algunos años atrás, de vacaciones en el sur del país, específicamente en la zona de Frutillar a orillas del lago Llanquihue, visité el Museo Colonial Alemán que pertenece a la Universidad Austral de Chile. En ese parque de aproximadamente tres hectáreas, se recrea la vida de los colonos alemanes en el sur de Chile a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Ahí podemos retrotraernos en el tiempo y apreciar el modo de vida de estos inmigrantes en esa época. Realmente es un buen trabajo de conservación de esa Universidad, la que debería ser imitada por otros organismos.

La colonización alemana tuvo su origen en la "ley de Colonización" de 1845, y comenzó a entregar resultados a partir de 1846, cuando desembarca el primer grupo de colonos en Valdivia y que posteriormente se establecen en los alrededores de La Unión. Con el tiempo, llegaron nuevos inmigrantes en 1851 y en los años siguientes. En total se calcula que se establecieron cerca de 6.000 inmigrantes en la zona comprendida entre Valdivia y Melipulli (actual Puerto Montt). Gran parte de este esfuerzo colonizador se lo debemos a Don Vicente Pérez Rosales, hombre como pocos, visionario y de espíritu aventurero, empresario, minero en California, emprendedor, gestor, diputado y senador, cuyas memorias "Recuerdos del Pasado" recomiendo leer sin lugar a dudas.

Como cualquier inmigración, este proceso implicó un desafió enorme para aquellas personas y sus familias, esfuerzo destinado a tratar de doblegar la naturaleza indómita, sus bosques, la lluvia, la nieve y el frio. Estas condiciones extremas, seguramente fueron agravadas por la falta de caminos, el barro, escasos recursos y la nula ayuda externa. Hoy en día podemos ver el resultado del trabajo de estos hombres que vinieron tras un sueño, dejando atrás su historia y escapando probablemente de la situación política y económica que existía en su país (revolución de marzo 1848 - 1849). Desde los inicios, la disposición de estos ciudadanos alemanes fue la de integrarse y progresar en el país que los acogía, tal como se desprende del siguiente texto.

Seremos chilenos honrados y laboriosos como el que más lo fuere, defenderemos a nuestro país adoptivo uniéndonos a las filas de nuestros nuevos compatriotas, contra toda opresión extranjera y con la decisión y firmeza del hombre que defiende a su patria, a su familia y a sus intereses. Nunca tendrá el país que nos adopta por hijos, motivos de arrepentirse de su proceder ilustrado, humano y generoso...
Carlos Anwandter, inmigrante alemán, 18 de noviembre de 1851

Volviendo al tema del museo colonial alemán, con el cual comencé, cuando se ingresa a la casa del colono, inmediatamente se encuentran diferencias respecto de las condiciones de vida entre los alemanes y los nacionales de la época. Para comprender esto, debemos imaginarnos las vida de hace 150 años, en una zona virgen del sur de Chile, donde el aislamiento y la falta de recursos era parte de la vida cotidiana. Los inmigrantes que llegaron a esa región eran artesanos, comerciantes, campesinos y quizás algunos ilustrados de las regiones de Sajonia, Silesia, Bavaria o Alsacia, es decir personas medias dentro de la sociedad alemana previa a la revolución industrial. Por otra parte, cuando un individuo decide migrar a un país desconocido, la lógica indica que se deben privilegiar utensilios o herramientas necesarios para sobrevivir y establecerse rápidamente. Sin embargo, en el caso de estos colonos existen elementos que llaman la atención y que están relacionados directamente con la educación y la cultura. Es así como se puede apreciar el piano y las partituras de canciones típicamente alemanas, la existencia de libros en pequeñas bibliotecas, cosa extraña en la época, considerando que en 1875 el analfabetismo en Chile era del orden del 70%, como se desprende del libro "La educación primaria popular en el siglo XIX en Chile" de María Loreto Egaña Baraona. En definitiva podemos apreciar diferencias culturales importantes entre aquellos recién llegados y el resto de la población. Diferencias que pasan básicamente por la carencia de un acervo nacional y propio.

Han pasado siglo y medio, y lamentablemente nuestro país sigue sin el hábito de la lectura. Basta con revisar los informes PISA, evaluación que realiza periódicamente la OCDE, organismo al cual Chile está postulando, para que nos estrellemos con nuestra realidad. Para que un país y su sociedad puedan progresar, se debe elevar su educación y nivel cultural. Una forma de aportar en esto es a través de la lectura, no como algo impuesto, si no que en forma natural y agradable. Es por eso que aplaudo la iniciativa de Educación 2020.

Sin embargo, esto es sólo un eslabón de la cadena. Todavía nos faltan muchos otros elementos que le permitirían a Chile llegar a ser un país desarrollado y culturalmente avanzado. Creo que vamos por una senda correcta, pero estimo que todavía nos falta un buen trecho para lograrlo.

miércoles, mayo 13, 2009

Libros

Debo reconocer que desde muy pequeño, la lectura me atrajo como un imán atrae al hierro. Dicha pasión me ha acompañado durante todos estos años. Cuando éramos niños y regresábamos del colegio, nos peleábamos con mis hermanos el diario antes del almuerzo. En las largas vacaciones de verano, normalmente destinaba un buen tiempo a leer o releer los innumerables libros que estaban en la biblioteca de la casa paterna. A los 13 o 14 años había leído los clásicos rusos, las novelas francesas y latinoamericanas, historia, arqueología, filosofía, ciencias, hasta los fundamentos del Aprismo de Raúl Haya de la Torre (debo reconocer que a los 13 años, de este último libro no alcance a pasar de la página 100).
No es que sea un comprador y lector compulsivo, dado que no tengo el dinero y el tiempo suficiente para dedicarme con la intensidad que a mí me gustaría. Sin embargo, cuando puedo o veo alguna oportunidad, me compro un libro. No falto a las ferias o a los locales de libros usados de la calle San Diego. Pasa lo mismo cuando me arranco a Buenos Aires y me pierdo en la Librería El Ateneo, considerada una de las más hermosas del mundo, o recorro a pie algunos boliches de la avenida Corrientes.
Pero la lectura no es sólo abrir un libro y leerlo. Es mucho más. Está el entorno adecuado, la comodidad de un buen sillón, la temperatura ambiente, ojalá una música suave en un segundo plano, que lentamente comienza a desaparecer al involucrarse con el contenido, una luz cálida, el olor de sus hojas, que varía de acuerdo a su antigüedad, así como el placer de sentir entre las manos el empaste, poder acariciar el papel y escuchar el sonido que se produce cuando se gira suavemente con los dedos sus páginas. Probablemente, estamos hablando de un rito de seducción asociado a la lectura y al libro. Algo similar, supongo, debe ocurrir con esas personas que gozan un buen habano Montecristo de "Vuelta Abajo", donde se dice está el mejor tabaco del mundo.
Sin embargo, debo ser pragmático y creo que el libro, esto que considero un placer de toda una vida, lamentablemente se encuentra en una etapa terminal. No me arriesgo a predecir en cuanto tiempo más será sustituido masivamente por la tecnología de los e-books, ya sea por el kindle, el Ipod o algún otro artefacto, pero tengo seguro que la forma como nos enfrentaremos a la lectura cambiará. El proceso ha sido lento, pero pasará igual a lo que ocurrió con la fotografía, donde cadenas de venta y revelado cerraron sus puertas para no regresar. También está cambiando el negocio del arriendo de películas con la tecnología PPV o televisión IP. La música y el negocio discográfico variaron completamente en menos de un lustro. Ya existe controversia sobre los periódicos digitales y el problema que esto está produciendo a la prensa tradicional, y qué decir de las radios y canales de televisión a través de Internet. Al libro, como lo conocemos, ya le llegará su turno. Es cosa de tiempo.
Ejemplo de este lento avance lo podemos ver en la biblioteca digital de la Unesco , la biblioteca Cervantes, nuestra Biblioteca Nacional y tantas otras, además de los portales de los diarios en Internet. Otra variante está en sitios donde se pueden bajar libros narrados para escuchar a través de un MP3. Sin embargo, los cambios más drásticos comenzarán dentro de los próximos 10 años, cuando las nuevas generaciones, aquellas verdaderas herederas del internet salgan a la luz pública y comiencen su deambular por el sector productivo. Es ahí, probablemente cuando la imprenta será sustituida en forma masiva por otros medios, ya sea visuales o auditivos como ya está ocurriendo en la actualidad.

¿Después de 600 años, serán los e-books los herederos de Gutemberg?

En el intertanto y a la espera que este acontecimiento se demore la más posible, ojalá la autoridad elimine definitivamente el IVA al libro.

martes, mayo 12, 2009

Prioridades

Hace unos días leí un titular del diario en donde se mencionaba que sobre el 98% de las declaraciones de impuestos se realizaron a través de Internet. Ya están lejos aquellas épocas en donde había que leerse un suplemento especial de varias páginas que sacaba el Servicio de Impuestos Internos para tratar de entender cómo llenar cada uno de los casilleros del formulario de declaración, sin pensar en el gasto del contador que te ayudaba en este trance, o en las interminables filas en el banco, sobre todo el último día del mes de abril, fecha en que terminaba el proceso.

No voy a escribir sobre los éxitos del Servicio de Impuestos Internos, dado que esto es conocido por todos. Ya mucho se ha escrito al respecto, y es un mecanismo que ha ganado adeptos en todos aquellos simples mortales que debemos cumplir con nuestra obligación una vez al año. Hoy, sin ser expertos contadores, lo logramos con un par de clics, eso sí, siempre y cuando la información entregada por las entidades informantes sea correcta.

En mi caso particular, desde que negocié las tasas de interés de mis créditos hipotecarios hace algunos años, he tenido problemas con la información que entrega anualmente el banco para el proceso de impuestos. La primera vez, me retuvieron la devolución un año por una equivocación del banco, año en el cual se me impidió además emitir boletas de honorarios en forma electrónica por tener "situaciones pendientes con el Servicio". Lo bueno de todo es que a mediados del año siguiente me llegaron dos devoluciones juntas debidamente reajustadas por el IPC del periodo (esto es, viendo el vaso medio lleno).

En la actualidad, soy previsor y comienzo a chequear mis certificados hipotecarios a principio del mes de marzo, los que invariablemente siempre están incorrectos. Como ya es un problema recurrente, basta con mandar un correo adjuntando los reclamos de años pasados para que solucionen la equivocación dentro del día. De todas formas sigo sin comprender por qué no arreglan el "sistema" en forma definitiva de una vez por todas.

Algunos se preguntarán porque sigo en ese banco. La realidad es que todos los bancos son muy parecidos en sus estrategias al instalar barreras de salida. Uno se llena de productos, y el solo pensar en cambiarse, trasladar cuentas corrientes, tarjetas, créditos de consumo, hipotecarios, seguros, etc., hace que rápidamente esté dispuesto a soportar un certificado erróneo una vez al año. Como ya he perfeccionado el mecanismo, la corrección en mi caso suele ser muy rápida.

Pero volvamos al tema original de este comentario. Yo creo que la mayoría de las personas considera que este servicio lo ha realizado bien durante mucho tiempo, y todos los años se ha ido superando. ¿Sin embargo porqué estos éxitos no se han contagiado o al menos permeado al resto del aparato estatal? ¿Cuál es la real diferencia entre un servicio que la mayoría de las personas considera de punta y un ejemplo a nivel mundial, del resto de los servicios estatales? Creo sin temor a equivocarme, que la diferencia entre uno y otro está en el giro. No es lo mismo ser el organismo recaudador del estado, y por lo tanto la ventanilla por donde ingresan los fondos con que trabaja el Gobierno, a ser un organismo que cumple alguna labor menos visible, pero no necesariamente menos importante.

En el primero de los casos, probablemente se orientan muchos esfuerzos, se asignan importantes recursos, se dispone de personal altamente capacitado y calificado, y probablemente se cuenta con una gestión dinámica y de punta. Todo eso con el único fin de tener un mecanismo ágil, eficiente, que aumente los controles a través de cruce de información, que minimice la evasión y además que sea rápido en su recaudación. En definitiva, recaudar el máximo en el menor tiempo, sujeto a gastar lo menos posible.

En el segundo caso, aun cuando todos puedan indicar lo importante que puede ser tal o cual organismo para el desarrollo futuro del país, lo cierto es que dentro de las prioridades que se asignan, no tienen la misma importancia relativa. Es así como existen Superintendencias o Servicios Públicos que tienen páginas WEB, pero en donde lo más interesante es poder acceder al currículum, a la declaración de patrimonio o a la última declaración de renta del encargado de dicha repartición. Esto puede parecer interesante, sobre todo por el tema de la transparencia, pero no entrega al ciudadano común y corriente ningún valor agregado en su actual y muchas veces difícil relación con el aparato estatal.

Al fin de cuentas, cuando se tienen recursos finitos, siempre debemos priorizar, y esa prioridad está directamente relacionada a la importancia relativa o valor que le asignamos. A nivel país el concepto es idéntico, con la diferencia que en este caso, una mayoría debe concordar con una visión de largo plazo y en función de esta, asignar las prioridades que correspondan.

lunes, mayo 11, 2009

Servicio al cliente

Hace algunos meses atrás ocupé un servicio que me pareció muy útil en un Banco de la plaza. Estando de vacaciones en la playa, tenía que depositar una suma de dinero en una cuenta personal de una persona. Al llegar a la sucursal del banco, esta estaba de bote en bote. Como estábamos cerca de las 14 hrs. (hora en que cierran las puertas los bancos en este país) y necesitaba realizar el mencionado depósito, me armé de paciencia y me puse a la fila. Sin embargo al poco rato, mi paciencia fue disminuyendo rápidamente, quizás en forma exponencial al avance de la fila, por lo que traté de recurrir a alguna caja buzón para realizar el abono y salir de ahí lo antes posible.
La típica caja buzón, como la conocía en otros bancos no existía, y lo que la sustituía, era un terminal para realizar depósitos. Había una persona que estaba al frente de cada uno de los terminales que ejercía de facilitador. Por lo tanto, ante la alternativa de estar pegado al menos una hora en la fila, tomé un sobre y me acerqué a la maquinita. A los 2 minutos salía de la sucursal con una cara de satisfacción por haberme sacado de encima el calvario de tener que perder el tiempo tratando de llegar a una ventanilla para relacionarme con un ser humano.
Desde ese momento, cada vez que recurro a ese banco, veo la fila para las cajas, la gente que está ahí esperando con santa paciencia y no lo comprendo. ¿Por qué no se facilitan la vida y ocupan otros mecanismos mucho más eficientes? ¿Será miedo o desconocimiento? ¿Quizás es parte de la brecha digital? Sin embargo, hoy al medio día, como todos los meses, concurrí a la sucursal de la avenida Providencia cerca de las 13.30 hrs. La situación era la típica a esa hora, mucha gente haciendo filas y los terminales desocupados. Fui al mesón para buscar el sobrecito y realizar el depósito, cuando un cliente me indica que ya no quedan sobres.

El banco lleno, las máquinas desocupadas, la sucursal sin sobres y yo que tenía que hacer el depósito. Me acerco a un guardia y me confirma que efectivamente no aparecen los famosos sobrecitos para depositar. Me aconseja que me acerque al Jefe de Servicio al Cliente para reclamar personalmente, dado que ellos se están llevando todas las quejas de los clientes (al parecer acá no aplica el famoso letrero sobre las agresiones verbales y corporales de otras instituciones).
Sin decir agua va, me acerco a la oficina del Jefe, le indico que necesito hacer un depósito y que no hay sobres disponibles. El me queda mirando con cara de sorpresa y con sus ojos bien abiertos me responde que es imposible. Rápidamente se levanta de su cómodo asiento y con el ceño fruncido me indica que va a hablar con su Gerente para que coloquen mas sobres (mas que hablar, a mi me pareció que iría a instruir al Gerente). A los 30 segundos, vuelve a su oficina, calmado, con cara amable y me confirma lo que yo ya sabía. No habían mas sobres. Ante mi mirada de incredulidad, mezclada con molestia, me indica que parece que él tiene algunos sobres guardados, por lo que comienza a buscar dentro de los papeles amontonados sobre su escritorio. Después de algunos segundos encuentra uno y me indica con satisfacción, cual niño que hace una buena acción, que él sabía que tenía uno de muestra. Estira el brazo y me lo entrega. Seguramente pensó que había solucionado el problema, que tenía un cliente contento y todo eso sin ninguna ayuda externa.
Como no tenía tiempo para discutir, mi necesidad puntual había sido satisfecha y dejando de lado mi solidaridad hacia el prójimo, con mucho cuidado y leyendo dos veces cada uno de las instrucciones para no equivocarme (era el único sobre que había disponible, lo que provoca una gota adicional de angustia), rellené el formulario con los datos que se solicitaban y en un dos por tres realicé el depósito sin problemas.
Mientras salía de la sucursal, observé como las personas aguantaban haciendo la fila para ser atendidas. ¿Como es posible que en una sucursal importante, del banco más grande del país, se quede sin un insumo tan vital para su gestión en la hora punta? ¿Como se entiende que el Jefe de atención de clientes, sin ningún estrés aparente, no estuviera al tanto de lo que estaba pasando y por lo tanto no se hubieran tomado medidas paliativas? ¿Como las personas no son capaces de reclamar y exigir una buena atención?
Normalmente la tecnología, cuando está bien dimensionada, es bastante robusta y sobre todo en este tipo de servicios transaccionales. Lo que falla acá son las personas, que no visualizan lo importante que puede resultar una acción tan simple como es preocuparse por el inventario. En alguna parte de esta cadena falló el proceso, y los responsables, o no se dieron cuenta, o simplemente no les interesaba. A lo anterior, hay que sumar un público conformista, que en general aguanta cualquier disculpa y no exige un servicio de excelencia.
Así como estas, hay muchas otras experiencias similares en empresas de servicios y productivas. Basta tener una visión algo crítica para percatarse que en muchos casos la falta de compromiso de las personas, hace que una institución transite del éxito al fracaso rápidamente y sin escalas. Muchas veces las respuestas o acciones son obvias, pero los árboles no nos dejan ver el bosque.